22 diciembre 2014

En Iquique se emite factura de autos a pedido del cliente

Una investigación realizada por Página Siete verificó que la mayoría de las empresas que venden vehículos en la Zona Franca de Iquique (ZOFRI), Chile, y que ingresan legalmente a Bolivia, emite facturas subvaloradas. Esta forma de defraudación se realiza de dos maneras: de modo directo y por traspaso.
"Te doy una factura a bajo precio, hasta 10.000 dólares. Toda la gente y las empresas dan siempre una factura a menor precio para pagar menos impuestos en Bolivia”, afirmó un comerciante pakistaní en la ZOFRI cuando se le cuestionó sobre la factura. El extranjero dijo que un automóvil marca Toyota modelo 2012 tiene un valor de 21.500 dólares negociable hasta 21.000, y que entregaría una factura subvaluada, que alcanzaría a la mitad del valor real de la transacción (10.500 dólares).
La subvaluación de una factura consiste en que el vendedor de un motorizado hace un convenio con el comprador para poner en la factura una cantidad muy inferior al valor de la transacción real, con el propósito de pagar menos impuestos en Bolivia. Esta operación también afecta a Chile porque deja de percibir impuestos como el IVA.
Un vehículo Nissan Caravan con 2.000 de cilindrada cuesta 14.000 dólares, pero el vendedor ofrece una factura con un importe de casi la mitad del precio real. "Siempre hacemos factura por menor cantidad, por lo menos de 4.000 a 6.000 dólares te cuesta el Nissan”, explicó un vendedor chileno.
En Iquique se identifican dos formas de consolidar la "subfacturación” o la subvaluación: la primera es de manera directa con la importadora que vende el automóvil, cuando ésta accede a dar una factura fraudulenta, y la segunda es por traspaso, que consiste en que otra empresa de trámites se encarga de hacer el documento subvaluado sin la participación del comerciante del vehículo. La factura tiene un costo de entre 30 y 60 dólares.
Durante el recorrido realizado por este medio por el área de automóviles de la ZOFRI, se ingresó a una oficina de trámites para preguntar si emitían facturas subvaloradas e indicaron que siempre lo hacen.
Se planteó la compra ficticia de un minibús con un valor de 22.000 dólares. "La otra empresa me lo pasa a mi empresa y yo te lo facturo por un valor menor. Tu minibús Toyota lo puedo facturar entre 6.000 y 8.000”, explicó una tramitadora de nacionalidad boliviana.
Al presentar este documento mercantil con un precio inferior al real, la póliza de exportación que se cancela en la Aduana boliviana de frontera, en este caso Pisiga, el Estado boliviano recibe menores tributos.

El presidente del directorio de la ZOFRI, Patricio Sesnich, dijo, cuando se le consultó sobre la subfacturación, que éste es un tema comercial y que no se está cometiendo ningún delito en Chile. "Uno puede facturar al precio que estime conveniente. La empresa de Zona Franca está vendiendo a un precio inferior y nosotros no podemos hacer nada porque no nos corresponde”, aclaró.

En la Zona Franca de Iquique (ZOFRI), Chile, se pudo evidenciar que la mayoría de empresas que realizan trámites, traspasos, manifiestos, cambios de volante, reexpediciones y otros pertenecen o son dirigidas por bolivianos. Los vendedores de vehículos recomiendan a los compradores acudir a las oficinas de estas empresas para "agilizar” sus trámites.
"Tus paisanos bolivianos te lo hacen la factura por menos para tu auto, saben cómo y con quién hablar para que saques rápido tus papeles”, aseveró un vendedor de automóviles chileno.
Se ingresó a varias oficinas de este tipo, por recomendación de pakistaníes, y se preguntó si podrían realizar facturas por una cantidad menor al valor real de un coche adquirido en otra empresa y sin miedo decían que sí lo harían; además enfatizaban que ese trámite se llama traspaso.
"Si tu camioneta vale 10.300 dólares, tu factura será por lo menos de 5.000, además el mismo día estaría listo, es muy rápido. La factura se la hace en cinco minutos”, explicó una tramitadora.
Estas empresas se caracterizan por ocupar un espacio pequeño y sombrío. En otros casos, las oficinas se encontraban en un sitio visible, rodeada de bolivianos que incluso afirman que transportan autos "chutos”.
También hay transportadoras de coches que ofrecen estos servicios con bajo perfil. Ahí dijeron que tuvieron problemas con autoridades de Chile, por eso sólo atienden a gente que haya adquirido su automóvil.
"Compra tu auto primero, luego hablamos”, afirmaron.

Recuperan más de Bs 2 millones por autos con facturas subvaloradas

Entre enero y noviembre de 2014, la Aduana Nacional recuperó más de dos millones de bolivianos por autos que ingresaron al país con facturas subvaloradas, informó su presidenta, Marlene Ardaya.
La entidad realiza de forma permanente labores de fiscalización.
"Dentro de la Aduana por tractocamiones, vehículos de cinco pasajeros, minibuses y volquetas hemos tenido una recaudación de 2.016.889 bolivianos”, indicó cuando se le consultó cuánto recupera la Aduana por declaraciones de impuestos por debajo del valor real de la mercadería. Sin embargo, no sólo hay automotores que se encuentran con este problema, por otro tipo de mercaderías se logró recuperar 371.649 bolivianos.
Ardaya afirmó que tiene dos recusaciones en Santa Cruz porque se le ajustó a un comerciante la cantidad, según los valores de la tabla de la Aduana. La Autoridad de Impugación Tributaria ordenó que se continúen con los métodos de valoración que se aplican para fiscalizar las mercancías.

El país no tiene exclusividad de marca y problema afecta a Chile

La presidenta de la Aduana Nacional de Bolivia, Marlene Ardaya, aseguró que el país no tiene exclusividad de marca y que la subvaluación de facturas de automóviles en la Zona Franca de Iquique (ZOFRI), que tienen como destino Bolivia, afecta a Chile.
Según la ejecutiva, hacer lo que sugiere la Cámara Automotor Boliviana (la entidad pide más control) es fomentar el monopolio. "La subfacturación que denunció la entidad se realiza en Chile, no es competencia del Estado boliviano, ni de impuestos, ni de la Aduana”, precisó.
Recordó que cuando la mercadería pretende ingresar a territorio boliviano, las Aduanas de frontera son las que deben autorizar su acceso o denegarlo.
Existen al menos seis métodos para demostrar el valor de una mercancía facturada, el primero y el más utilizado es el valor de transacción de un producto importado. En caso de que el comprador no pueda demostrar el valor real de su factura, los ajustes se harán en función a las comisiones de venta y gastos de corretajes; costos de embalaje y envase; las prestaciones proporcionadas por el comprador; el pago de uso de patentes, cánones y derechos de licencia; costos de trasnporte, seguro y gastos de carga, descarga y manipulación.
El segundo es el método de transacción de mercancías idénticas; luego está el método del valor reconstruido; el de similares, procedimiento deductivo y el último recurso son las tablas de valoración.
Además hay un decreto en Bolivia que establece la bancarización, que exige la demostración de lo que se está comprando en el exterior. La obligación de la Aduana es revisar esa mercadería con el método de transacción. "Como Aduana me interesa el primer principio de valoración, agarrar y verificar si esa cantidad efectivamente ha sido pagada con tarjeta, giro bancario u otro”, explicó la ejecutiva.

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