30 mayo 2015

La carrocería puede lucir como nueva

E l paso del tiempo deja sus huellas en el automóvil. Por suerte existen algunos trucos para que este luzca impecable, como cuando se lo estrenó. El Sol y la gente del servicio técnico de la empresa Imcruz te dan algunos consejos para mantener en buen estado la carrocería del coche.

Lo más práctico. Lo más efectivo es lavarla con frecuencia (cada dos o tres semanas está bien) o, mejor dicho, mantenerla limpia de impurezas que puedan dañar la pintura como pueden ser los excrementos de aves, la resina de los árboles, los restos de sal o los -salpicones- de alquitrán de alguna carretera en construcción.

Si, además, se quiere una protección suplementaria para la carrocería, lo ideal es aplicar una capa de cera protectora en toda la chapa después de cada lavado. Lo malo es que conlleva una media hora de trabajo extra y, por eso, poca gente lo hace.

Sin duda, es preferible lavar el coche a mano antes que a máquina, ya que las cerdas de los rodillos que hay en los túneles pueden arañar la pintura o, incluso, dañar algún elemento que sobresalga de la carrocería como los espejos retrovisores, un alerón, etc.

El molestoso óxido. Es conveniente revisar los bajos del coche cada 60.000 km para localizar posibles puntos de óxido. También resulta bueno aplicar cera protectora donde se vea cierto deterioro, aunque esto es mejor que lo hagan en un taller.

Para que no se agrieten las gomas de las puertas, juntas, entre otros factores, existen ceras específicas para estos materiales. Aplicarlas cada cuatro o cinco meses viene muy bien para prevenir su deterioro, lo cual es importante porque, en ese caso, entrará agua en el interior.

Para evitar desajustes en la carrocería, hay que tener cuidado al abrir las puertas para que no hagan choque, pues así se acabarían produciendo holguras. Tampoco hay que cerrar las puertas, el portón o el capó de forma muy violenta, porque después aparecerán desajustes y ruidos molestos.

Efectuando un estricto mantenimiento, en realidad nunca sería necesario repintar la carrocería. Siempre y cuando no tenga golpes o zonas descascarilladas que puedan oxidarse.

Que no avance el deterioro. Las lunetas traseras de plástico (por ejemplo, las que incluyen la capota de algunos cabrios) o las cubiertas de plástico de los faros requieren un mantenimiento específico. Para evitar su deterioro es buena idea lavarlos con un limpiador especial que además nutra el material.

Si la carrocería tiene piezas no pintadas (los parachoques, las molduras de las puertas, las carcasas de los espejos retrovisores) es conveniente aplicarles un protector de plásticos después de cada lavado para que no pierdan color.

Si las piezas ya están sin color, será necesario un renovador de plásticos.

Últimos recursos. Si la pintura tiene picotazos, lo único que le devolverá al estado original será un repintado, pero afortunadamente existen productos en el mercado para disimular esas pequeñas imperfecciones. Bien se puede optar por un pincel de retoque (o se encontrará en el servicio técnico de la marca del coche), o bien se puede aplicar una cera especial. En cualquier caso, el resultado puede ser aceptable, pero nunca tan bueno como un repintado.

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