El Dakar comenzará suave el próximo día 1 de enero en Buenos Aires, aumentará en dificultad a medida que se acerquen los Andes y el desierto chileno de Atacama y acabará en el máximo de su dureza en su retorno a la capital argentina, según el recorrido desvelado ayer por los organizadores.
Trece etapas y casi 10.000 kilómetros, la mitad de ellos cronometrados, deberán recorrer los participantes en la prueba, entre los que se anuncian los mejores, como el español Carlos Sainz, ganador de la última edición en coches.
Desde su presentación junto al obelisco bonaerense, el rally se lanzará hacia el oeste por terrenos rápidos y técnicos y donde el pilotaje marcará las primeras diferencias.
La caravana entrará en el "corazón de la dificultad" a partir del cuarto día, cuando se afronte el ascenso andino. Los pilotos comenzarán en San Salvador de Jujuy y pasarán la cordillera, para llegar a Calama.
No será una etapa muy difícil pero sí muy técnica, al igual que la siguiente, que acabará en Iquique, y que marcará el ascenso en dificultad de la prueba. Tras un "infernal" recorrido de pistas pedregosas, los pilotos atravesarán una zona de salinas para acabar con las dunas de Atacama.
El desierto cobra todo su protagonismo en la sexta etapa con final en Arica, junto a la frontera peruana.
Tras un reposo en esa ciudad, la caravana dakariana pondrá rumbo al sur con la etapa más larga, 819 kilómetros, que acaban en Antofagasta. De camino a Copiapó el rally ascenderá las dunas de arena más altas del mundo. Al día siguiente esa misma ciudad será escenario de una especial corta.
El rally volverá de nuevo a mirar a los Andes, al paso de San Francisco que devolverá a la carrera a Argentina no sin antes haber sufrido el frío intenso antes de llegar a Chilecito.
La carrera volverá a Córdoba, por donde pasará por segunda vez. Ya sólo faltará llegar de nuevo a la capital.
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