Un proyecto de ley propone que al menos 5.000 vehículos de lujo que circulan por las calles del país paguen el doble de los impuestos municipales anuales.
Hasta ahora, un coche Toyota Sequoia de lujo, modelo 2010, paga 6.000 bolivianos anualmente, de aprobarse la norma, este mismo auto pagará Bs 12.000 de impuestos (el 100%).
El proyecto de Ley de Impuesto Especial a los Vehículos de Lujo, impulsado por el diputado Andrés Ortega, de Convergencia Nacional, plantea que todos aquellos vehículos adquiridos en los últimos cinco años, cuyo precio exceda los 350 salarios mínimos (cerca de 35.000 dólares) y tengan una cilindrada mayor a los 3.800 centímetros cúbicos, sean sujetos de un impuesto equivalente al 100% del impuesto municipal sobre vehículos al que estuviera inscrito.
“En el país hay al menos 5.000 autos de lujo, si una persona puede pagar más de 35.000 dólares por un vehículo, lo que vale una casa, pague el doble de impuestos para justificar la subvención de carburantes”, dijo.
El ministro de Economía, Luis Arce, dijo que el Ejecutivo planteó en su momento este tributo pero por el momento no está en los planes del Gobierno.
Los diputados del MAS Marcelo Elío y Rebeca Delgado no descartan el análisis del proyecto, aunque no la apoyan.
Por otro lado, la norma plantea una segunda categoría de autos de lujo que tengan de cinco a diez años de antigüedad, precio igual o mayor a 300 salarios mínimos nacionales y cilindrada igual o mayor a 3.800 cc, que deberá cancelar adicionalmente un 50% del impuesto municipal.
Por ejemplo, una vagoneta Ford Expedition 2005 paga 4.500 bolivianos de impuesto y con la normativa pagará 6.750.
Este tributo se cancela cada año en las alcaldías, se establece según el modelo, lugar de procedencia y la cilindrada de cada vehículo y varía entre los 50 y 10.000 bolivianos, según datos de la comuna paceña.
La normativa propuesta que excluye a todos los vehículos de servicio público estipula que las alcaldías serán los agentes de retención. Posteriormente, todos los recursos recaudados por este impuesto serán traspasados al Tesoro General del Estado y destinados a compensar la subvención de los hidrocarburos, que este año alcanzará a por lo menos 500 millones de dólares.
Datos importantes
Riqueza La normativa ya se encuentra en la Comisión de Planificación Económica de la Cámara de Diputados para su discusión y tratamiento.
Antecedentes Tiempo atrás, el vicepresidente, Álvaro García Linera, reiteró que el subsidio a los carburantes debe dejar de beneficiar a dueños de automóviles de lujo y llegar a los más necesitados.
Punto de vista
“Nos oponemos a una medida de esta naturaleza”
Marcos Córdova - Cámara automotor
Como Cámara Automotor Boliviana, nosotros no estamos de acuerdo en que se promulgue una medida de esta naturaleza que va a afectar directamente al sector y más aún si no está bien planteada.Una normativa que determine un vehículo de lujo por el precio y los términos de la cilindrada que tenga el automotor está distorsionando la realidad, el lujo no se define por el precio o por la cilindrada.
Hay vehículos de más de 3.800 cc de cilindrada que no son de lujo, sino de trabajo, no son de servicio público, sino funcional en las empresas.
Por tanto, hay que definir qué es considerado lujo, qué características tiene que tener un auto para que sea de lujo.
Si los legisladores quieren entrar a hablar de lujo, hay que evaluar los equipamientos que hacen que estos vehículos sean de lujo, son temas técnicos que deberían ser discutidos.
Por tanto, como sector esperamos que esta medida sea muy bien consensuada entre todas las partes involucradas, tiene que revisarse bien porque así como está planteada no puede aplicarse.
Es necesario establecer parámetros específicos en lo que se refiere a un vehículo de lujo para que mucha gente que no tiene autos de lujo en el territorio nacional sea perjudicada.
Lo mejor es entender que no es bueno crear o normar mayores impuestos porque ya se paga uno de importación y otro que se paga al consumo específico, que es el ICE, y eso justamente fue aplicado con ese criterio de aplicar un impuesto adicional al arancel.
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