Con el trajín diario y el uso permanente, la tapicería del auto cada vez se va deteriorando, por lo cual hay que prestarle atención y cuidarlo. Para saber cómo hacerlo, en El Sol le damos algunos consejos que se pueden poner en práctica.
Las manchas, eterno problema. Es importante que se le dé mantenimiento a las vestiduras del vehículo por lo menos cada seis meses, revisándolas y limpiándolas superficialmente. Si se derramó algún tipo de líquido en los asientos, hay que tratar de limpiarla inmediatamente, y cuando se llegue a destino con un paño húmedo quitar la suciedad. Si se dejan las manchas en la tela de los asientos por mucho tiempo, estas al tratar de quitarlas posteriormente costarán más trabajo, por eso hay que removerlas lo antes posible.
Las más difíciles. Al limpiar las vestiduras del auto, se recomienda utilizar siempre un cepillo con cerdas suaves, además de un shampoo o limpiador especial para la limpieza de telas automotrices, que se pueden conseguir en cualquier supermercado. Si existe una mancha muy difícil de quitar, hay que tratar de no tallar mucho la tela, ya que en ocasiones esta se llega a romper por la fricción y fuerza aplicada. Si el auto cuenta con asientos forrados en cuero, hay que recordar hidratar la misma con una crema especial para tal efecto, colocándosela por la tarde y permitiendo que se absorba durante la noche que no se usó el auto. Hacer esto al menos cada 6 meses. Si el cuero se encuentra perdiendo su color, es importante llevarlo a un especialista en tratamiento de estos materiales para que vuelva a ser tintada.
No mojarlos demasiado. Si la vestidura del auto se dañó por quemaduras o rasguños, es mejor preguntar si venden la tela del auto para mantener el diseño original de la tela con la que salió de fábrica.
Es mejor no mojar demasiado los asientos, ya que estos tardan en secarse y si se usa el auto con los asientos mojados, en un período de tiempo corto emitirán un olor a humedad desagradable.

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