El alemán Sebastian Vettel, puso la guinda a un fin de semana sensacional al firmar ayer su sexto triunfo del año en Monza, donde, al ganar el Gran Premio de Italia -por delante del español Fernando Alonso-, reforzó más su liderato y asestó un duro golpe al Mundial de Fórmula Uno.
Vettel, que el año pasado se convirtió, con 25 años, en el tricampeón mundial más joven de la historia, sigue apuntando a nuevos récords y ayer en Monza dejó entrever que, a falta de siete carreras, tiene a tiro su cuarta corona consecutiva.
El campeón de Heppenheim dominó, a bordo del extraordinario monoplaza diseñada por el inglés Adrian Newey -el ingeniero estrella de la Fórmula Uno-, durante todo el fin de semana.
Después de haber sido el más rápido el viernes y el mejor en todas las sesiones cronometradas del sábado, el “pequeño Kaiser” firmó su cuadragésima ‘pole’, la número 50 del joven equipo que desde hace tres años ejerce la tiranía absoluta en la categoría reina del automovilismo. Y ayer le colocó la guinda al pastel al ganar, sin mayor oposición, la carrera en el templo de la velocidad.
Donde logró su primer triunfo -el más joven de todos los tiempos- con un Toro Rosso. Y donde ayer subió a lo más alto del podio por tercera vez. Después de ganar en Malasia, Bahrein, Canadá, Alemania y, hace dos semanas, en Bélgica, Vettel firmó ayer su victoria 32 en F1; igualando la cuarta mejor marca de todos los tiempos de Alonso.
Ha ganado la mitad de las carreras del año y domina con 222 puntos, 53 más que el doble campeón mundial asturiano y con 81 sobre el tercero, el inglés Lewis Hamilton (Mercedes), que no pasó del noveno ayer. Las matemáticas aún no lo garantizan, pero el puñetazo psicológico está dado: sólo un desastre evitará su cuarta corona. EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario