09 enero 2012

Bolivia prepara terreno para el paso del Rally Dakar en 2013

LA APUESTA DEL GOBIERNO ES GRANDE LAS GESTIONES SE INICIARON EL AÑO PASADO Y LOS ORGANIZADORES DEBEN RESPONDER EN FEBRERO SI LA PRUEBA PASA POR NUESTRO TERRITORIO

El salar de Uyuni es la primera opción. El chaco de Tarija es la segunda. Tomando como parámetro la experiencia en provincias argentinas, la carrera generaría un movimiento de $us 100 millones en el país.

Gustavo Cortez Calla

Periodista

Bolivia ha encendido ya el motor y sólo espera que le levanten la bandera a cuadros para empezar a correr con la organización del Rally Dakar 2013. En febrero, los organizadores de la famosa carrera internacional dirán si ésta pasará o no por territorio nacional.

Entre tanto, hay gente que está entusiasmada con el rally y no duerme. El propio presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales, ha declarado “prioridad” a la gestión que inició el año pasado la Federación Boliviana de Automovilismo Deportivo (Febad).

La propuesta boliviana es que el Dakar del próximo año pase por territorio nacional después de su inicio en Argentina y antes de su prosecución por Chile (termina en Perú).

La prueba —que nació en 1979— se disputa en Sudamérica desde 2009. Primero se corrió por Argentina y Chile. Este año se integró Perú y en 2013 Brasil y Paraguay piden también ser sedes.

Si a Bolivia le dan el ‘sí’, no sólo será otro centro de atención deportiva, sino una oportunidad para explotar el flujo turístico.

El salar de Uyuni, en Potosí, es el trazado que se maneja como principal opción. En la actualidad, es el centro turístico más importante del país, el que más turistas jala.

Sin embargo, surge una alternativa en caso de que Uyuni tenga objeciones de los organizadores: el chaco (Tarija), una región árida y seca que también puede albergar el recorrido.

Lo cierto es que Bolivia maneja dos propuestas de terrenos con dificultades, cual es la característica del Dakar, algo que puede jugar a su favor y otorgarle también al rally un escenario desconocido y difícil.

Impulso presidencial

Marko Machicao, viceministro de Turismo, dice que el movimiento de incluir a Bolivia en el Rally Dakar “ha nacido en el mismo presidente Morales, y nosotros, como repartición estatal, vemos una oportunidad para impulsar en primera instancia la imagen del salar, que se ha convertido en un destino turístico preponderante”.

Considera que el hecho de que seis millones de espectadores siguen el rally cada año, eso no sólo puede provocar un masivo flujo turístico, sino un importante movimiento e ingreso en términos económicos.

“Queremos mostrar el área del salar y las lagunas como el ícono emblemático del turismo nacional, y ésta es una oportunidad mediática para posicionar la imagen de Bolivia en el exterior”.

Para el Viceministerio de Turismo, el destino turístico que más se conoce de Bolivia a nivel mundial es el salar, pese a que no se han hecho esfuerzos grandes de promoción en años anteriores, tarea que hoy se está fortaleciendo en el Ministerio de Culturas.

“El salar recibe 123 mil visitantes al año, solamente extranjeros, y a nivel nacional, alrededor de 130 mil, aunque no todos ingresan a la reserva Eduardo Avaroa, que es de donde se tienen los datos reales”, refrenda Machicao.

Un rédito importante

Bolivia tiene una visión empresarial en esta iniciativa. La experiencia en los países sudamericanos por donde se corrió el rally estos años ha arrojado algunos parámetros y la proyección que se hace es favorable y conveniente.

“Se ha hecho un paralelismo con el impacto que ha tenido en provincias argentinas el rally. En ellas se han movido más de 150 millones de dólares en 2010, sólo por el paso del rally, y la ocupación hotelera ha sido del cien por ciento. Y a nivel de promedios anuales se ha incrementado en un 15% el uso de albergues en lugares turísticos”.

Por tanto, Machicao cree que en Bolivia no sólo se generaría también ese movimiento económico, sino que la promoción de la imagen del país puede tener el mismo impacto mediático, “que es muy alto”, a futuro.

Haciendo cálculos estimados, la autoridad del Viceministerio de Turismo señala que “el efecto económico en Bolivia sería de 100 millones de dólares. Por tanto, el esfuerzo que se hace es una versión y lo vemos como tal”.

Probables dificultades

La semana anterior un grupo de turistas quedó varado en el salar. La lluvia provocó hundimientos y los vehículos no pudieron moverse. Hubo susto por horas, porque luego fueron auxiliados y rescatados en forma oportuna.

Machicao explica que el salar “es un área muy grande, tiene bastantes ojos de agua, que son formaciones geológicas con huecos de agua debajo de la sal; entonces el peso de un vehículo de alto tonelaje puede ocasionar el quiebre y terminen varados, pero no se hunden.

Es cierto, eso puede crear ciertas dificultades, pero también le pueden dar un toque adicional a la carrera porque ésta tiene como esencia tramos complicados y por distintos terrenos. Así que eso no sería un óbice, pero por supuesto que el Estado tendría que garantizar la máxima seguridad para los pilotos”.

Comentó que cuando el Dakar dé una respuesta positiva, Bolivia trabajará para armar un circuito seguro y garantizado, no sólo para vehículos que queden varados, sino todas las prestaciones de servicios para los competidores y el resto de participantes, como son los equipos de apoyo y todo el movimiento logístico que acompaña a la competencia. “Vamos a armar una infraestructura adecuada”.

El chaco, la alternativa

Bolivia tiene preparado un plan B en caso de que se objete una ruta por el salar de Uyuni.

“Sí, el chaco es la opción. Es una región que tiene también flujo turístico, aunque no tan promocionado. Es un lugar histórico por la guerra y todo lo que muestran las haciendas que hay. Es un territorio seco, árido y con temperaturas muy cálidas. Se podría remontar en él al terreno original del rally, no con dunas de arena, pero sí con un terreno difícil en términos de sequedad y otras complicaciones”, añade Machicao.

Por el salar de Uyuni o por el chaco, lo importante será que el Rally Dakar pase desde 2013 por territorio nacional.


LA CIFRA

2 millones de dólares ha presupuestado el Gobierno boliviano para cubrir el requerimiento económico que demanda la organización del Rally Dakar para que la carrera pase por territorio nacional. Se calcula que cobra un millón por cada etapa.


Marko Machicao,

Viceministro de Turismo

En Uyuni ha habido iniciativas como caravanas, pero sí es un territorio por donde transitan vehículos de alto tonelaje para recorridos turísticos. Por tanto, es un lugar por donde se puede correr el rally”.

Correr por Uyuni sería un desafío grande y particular para los pilotos, porque ésta es una carrera que expone a ellos y a los vehículos al mayor esfuerzo, porque no se corre en pista, es off road, que significa dificultad”.

El Estado boliviano apoyará en logística. La altura no permite el vuelo normal de cualquier helicóptero, pero Bolivia tiene estos especializados para recorrer el área. Entonces se podría brindar a los medios de comunicación buenas condiciones, y los pilotos tendrán que adaptarse al frío, a la altura y a diferentes circunstancias, que es la parte linda del Dakar, luchar contra la misma naturaleza”.

El presidente Morales es superdeportista y realmente ve como una prioridad que esta carrera pase por Bolivia, por dos motivos que él los tiene muy claros: uno, el deportivo, el rally sentaría un posicionamiento importante a nivel internacional; y dos, el flujo turístico, mostrar Bolivia al mundo”.


El dato

En marzo del año pasado llegó desde Francia una comisión de la Organización del Rally Dakar que fue recibida en el Palacio por el presidente Evo Morales. En ese encuentro, Bolivia hizo conocer su intención de ser parte de la importante competencia internacional. En febrero, la organización tiene la palabra final.


Uyuni puede ser el nuevo gran desafío del Dakar

EL DESIERTO DE SAL

El salar de Uyuni es un paisaje único, inmenso, mágico y agreste. Un desierto blanco. Un desierto de sal. Tiene una superficie de 10.582 kilómetros cuadrados para admirar. Es el salar más grande del mundo y está en el departamento de Potosí a 3.653 metros sobre el nivel del mar. Un sitio donde el litio y otros minerales abundan.

El escenario con el que se encuentra el viajero es el de una superficie de una blancura impactante ideal para los amantes de la fotografía y del turismo de aventura.

Rodeado de montañas y volcanes, es un lugar para descubrir a cada paso.

Entre sus atractivos sobresale un hotel construido íntegramente con bloques de sal, en el que hasta sus muebles se encuentran fabricados en este mineral.

Y no hay que perderse la visita a las lagunas Colorada, Verde, Amarilla y Celeste, que llevan esos nombres gracias al color de sus aguas producto del mineral que contienen.

La isla de Pescado es otro punto a conocer, se encuentra en medio del salar, elevada a una altura de 40 metros y, como su nombre lo indica, posee forma de un pescado. Pero su característica sobresaliente es que en ella nace un bosque de cactus. La mejor época de visita es entre julio y noviembre.

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