Considerado como un objeto de culto para muchos de sus fieles, la combi ha trazado durante décadas el camino de numerosas familias y trabajadores en todo el mundo, especialmente en Brasil, donde durante más de 30 años fue el único vehículo de carga que circuló por sus carreteras.
"La combi es la furgoneta que construyó Brasil. Es un momento triste para los coleccionistas”, explicó el presidente de la asociación Sampa Kombi Clube Volkswagen, Eduardo Gedrait, quien destacó la "fuerza”, la "manutención simple” y la "versatilidad” de este vehículo lanzado en 1950 en Alemania.
Ahora, 63 años después, la mítica furgoneta se despide del mercado debido a la nueva normativa brasileña sobre seguridad en el transporte, que incluye, entre otras medidas, la exigencia de que todos los vehículos cuenten con sistema air-bag.
"No se puede luchar contra esa decisión. Hay que aceptarlo, el coche está desfasado, tanto en confort, como en seguridad. En Alemania ese tipo de furgoneta no se fabrica desde 1979. Brasil consiguió con mucho esfuerzo mantenerlo hasta el momento”, añadió.
Protagonista de numerosas películas, elemento inseparable de la estética hippie y compañero de viaje de personajes conocidos, como el presentador brasileño Heródoto Barbeiro, Volkswagen comenzó a escribir, con tres meses de antelación, el epitafio de uno de sus modelos más populares, junto con el conocido "escarabajo”.
Brasil comenzó el montaje del modelo en 1957 y desde el momento se han producido en el país 1,5 millones de vehículos. Antes de jubilar a la mítica furgoneta, Volkswagen anunció el lanzamiento de una edición especial. En un primer momento estaba limitada a 600 unidades, pero según confirmó el propio presidente del club tras conversar con personal de la planta de fabricación, la compañía lanzará finalmente 1.200 debido a la alta demanda.
Aunque en Europa la producción de este vehículo se interrumpió hace años, en el país latinoamericano sigue siendo habitual ver circular por el asfalto a este tipo de furgonetas, las cuales son utilizadas sobre todo por pequeños comerciantes y trabajadores de correo.
Otavio Costa es un ingeniero civil cuya pasión por este modelo le ha llevado a coleccionar en su garaje hasta 11 ejemplares personalizados. "Tener una combi es para mí una cuestión de estilo y personalidad. Me gusta mucho conducirla, es maravilloso, a pesar de ser incómoda y ruidosa. Todo el mundo desea una, es un coche cool”, dijo en un reciente evento que reunió a unos 350 amantes de este vehículo.
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