27 agosto 2014

Ella conduce. Guía práctica para el cuidado de tu primer auto

Un auto solo necesita combustible para echar a andar y nada más. ¡Qué mentira más grande! Ahora las mujeres deben aprender a mantener y cuidar sus autos, desde cambiar una llanta hasta descifrar ese ‘ruidito’ molesto que antes no tenía.
La mecánica Marcela Hurtado nos enseña qué es lo más elemental que una fémina debe saber, además de cómo actuar ante una emergencia.
Que se acabe esa frase prejuiciosa tan trillada que dice: “tenía que ser mujer”, cuando vamos manejando por las calles

1 Chequeá tus llantas. Lo primero que debés hacer antes de salir de casa es revisar cómo están las ruedas. Si podés comprarte un medidor de presión de inflado para que veás la medida, mejor. Una llanta que no está bien inflada puede desprenderse del tambor en una vuelta pronunciada.

2 Revisión del aceite. El aceite de tu motor debe cambiarse con regularidad. Revisá el manual de usuario para saber la frecuencia recomendada para el tuyo.

3 Cambiá los filtros de aire oportunamente. Un aceite sucio sumado a unos filtros de aire sucios propiciará un desgaste mucho más rápido del motor, y con el tiempo se producirá una falla que resultará costosa de reparar.

4 Desgaste gradual Rotá tus llantas cada vez que cambiés el aceite. Pedí que las desmonten y las cambien a una posición diferente.

5 Inspección anual. Tus frenos deben pasar por una inspección visual al menos una vez al año. Las balatas y los discos de frenado se desgastan con la fricción constante de los recorridos, igual que sucede con la suela de tus zapatos.

6 Aprendé a medir. En la mayoría de los autos es muy sencillo levantar la tapa del motor para revisarlos: observá los depósitos del aceite, el anti-congelante, el líquido de transmisión, el líquido de frenos y el líquido para limpieza del parabrisas. Si el líquido está por debajo de la marca de nivel óptimo debés rellenar el compartimento. Si los niveles bajan frecuentemente, tal vez el depósito de algún fluido tiene una fuga; revisá en el lugar donde te estacionás para detectar cualquier goteo de aceite o sustancias relacionadas.

7 Si vas a cambiar tu llanta pinchada. Necesitás saber cómo usar el gato hidráulico y la llave de cruz, y practicar en tu casa los movimientos necesarios para levantar con seguridad tu coche y cambiar una llanta montada, poniendo en su lugar la de repuesto; así, cuando en realidad tu llanta se reviente o tenga una fuga, sabrás cómo cambiarla.

8 Manejando en lluvia. Si transitás por una calle o avenida de asfalto, se recomienda que bajés la velocidad. En tiempo de lluvias es el factor que arruina más los frenos. No te olvidés de prender tus luces para conducir. Si no podés ver nada por delante, poné tus luces de parqueo.

9 Fallas eléctricas. Estás por media avenida y de repente se te apaga el auto. Cuando un vehículo es electrónico, muchas veces el conductor queda atrapado, en estos casos es necesario llamar a un mecánico eléctrico. Si podés salir del mismo, revisá tu batería. Esto se puede deber a la falta de líquido, los bornes gastados o problemas en los cables que pasan la corriente.

10 Cambio en el combustible. Si por error le pusieron a tu tanque otro combustible que no es el que usás (por ej., diésel en lugar de gasolina), no manejés el vehículo. Tu mecánico debe vaciar y lavar el tanque, al igual que desarmar por completo tu motor.

11 Engrasá tus llantas. En una ciudad donde las calles no son del todo asfaltadas y cuidadas, los baches pueden ocasionar que el palier de tus llantas se caiga y esto provocará que la rueda se salga.

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