Han pasado pocas carreras del año y sigue el mandato del monoplaza de la “estrella de tres puntas”. Nico Rosberg hizo su quinto “hat trick” y afirmar eso en F-1 es difícil, más aún cuando corriendo de atrás, Lewis Hamilton se ubicó segundo relegando a Ferrari, con Kimi Raikonnen, al tercer casillero.
Mercedes Benz volvió a mostrarse fuerte en Rusia desde la clasificación y ese impulso en estas cuatro carreras del año, demostró que el motor Mercedes es el más fuerte y en esa área deben enfocarse los rivales, llamese Ferrari, Mac Laren o Williams. Se mencionó-a propósito- que la performance de Mercedes es el resultado del trabajo que hace Ross Brown, quien encajó todo, tomó mucho personal con sueldos de muchos dólares para armar un equipo profesional.
Mercedes, es un equipo oficial que construye el chasis y la unidad motriz, esto significa que la integración de todos los sistemas que hacen funcionar al auto son optimizadas constantemente y con esas consideraciones les entrega a sus pilotos un monoposto confiable y de eficiente funcionamiento. Definitivamente, la actual y contunde supremacía de Mercedes Benz en el Campeonato Mundial de F-1 revive los recuerdos de otros aplastantes dominios que tuvieron los autos plateados de la marca alemana, en la década del 30 y del 50, dos brillantes antecedentes que van camino a incrementarse con los de esta temporada. Ganó bien Rosberg, “dibujó” el trazado del autódromo en Rusia, la estrategia rindió, la repostación funcionó, a eso se suma el buen manejo del piloto alemán hasta lograr su cuarta victoria de la temporada. Excepcional reacción de Lewis Hamilton, hasta llegar al segundo espacio del clasificador final. En suma, dominan los Mercedes.
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