Las vagonetas Toyota Caldina son vehículos que se roban con mayor frecuencia en el país. Son muy fáciles de vender, ofrecen excelentes prestaciones técnicas y sus repuestos tienen una enorme demanda. La mayoría de los autos robados por el asesino serial de taxistas Eufraín Mamani, alias “El Muerto”, era precisamente de esta marca.
Un ex comandante de la Dirección Nacional de Investigación y Prevención de Robo de Vehículos (Diprove) y dos efectivos activos de esta dependencia policial coinciden en el diagnóstico.
El primero pidió guardar su identidad en reserva por razones personales; los otros dos, porque no tienen autorización de sus superiores para dar a conocer información públicamente.
Los tres, por separado, coincidieron en apuntar que, si bien estas unidades tienen mercado en provincias y poblaciones alejadas, donde la presencia del Estado es débil, son “exportadas” a Perú.
Sin embargo, comoquiera que las rutas tradicionales, que van por Desaguadero o Copacabana, están vigiladas, los auteros han encontrado una nueva ruta: que une La Paz o El Alto con Achacachi, Escoma, Chuma, Mocomoco y alcanza la frontera por el río Suches.
Uno de los investigadores de Diprove explicó que “en ese punto la frontera no tiene control, así que es cuestión de atravesar el río para llegar a Perú”. Una vez en el país vecino, donde estas vagonetas gozan de gran demanda, son enviadas a regiones alejadas o vendidas por partes.
El ex Director sostuvo que éstos “son los coches más robados porque hay cualquier cantidad. Las personas los prefieren. No hay cuesta que no suban, si se ordenan bien los objetos en el baúl, cabe lo mismo que en una camioneta y su precio es tan bajo en el mercado de autos robados que se recupera capital en un año”.
Otro efectivo de Diprove apuntó que las vagonetas Caldina, Carib o Corolla son las más comunes en el mercado nacional, pues son ideales para el transporte urbano o interprovincial, por lo que hay una enorme demanda de repuestos y accesorios. Agregó que “una vagoneta robada rinde mucho más dinero si es ‘charqueada’ para ser vendida por partes. Una Caldina de modelo 2006, cuyo precio es de 8.000 a 10.000 dólares, si es desarmada, puede generar hasta 15.000”.
Además, según el ex Director, estos motorizados son “como los jeep Toyota antiguos. Si se abre la quinta puerta, en el baúl entran hasta seis personas, tres frente a frente; otras tres en el asiento trasero y una junto al chofer: transportan hasta a diez personas”.
Recordó que en la región aurífera del norte paceño, donde el suelo es una mezcla de tierra y piedra pizarra, estos autos pueden subir las cuestas más empinadas con esa cantidad de pasajeros. “Tienen tracción integral y 2.000 centímetros cúbicos de cilindrada. Pueden alcanzar fácilmente más de cien kilómetros por hora y pueden circular por cualquier parte”.
Estos vehículos son indocumentados, pero no por ello dejan de trabajar y funcionan durante muchos años.
Esas características hacen que estos motorizados sean los preferidos por los auteros y cogoteros.
Y en caso de que las Caldina no fueran desmontadas ni exportadas ilegalmente, son llevadas a lugares alejados de las capitales departamentales.
Uno de los efectivos de Diprove lamentó: “Cuando llegamos a hacer operativos a esas localidades, nos encontramos con la resistencia de la gente. En especial desde que se produjeron los linchamientos de Saca Saca, los pobladores rurales se envalentonaron y no permiten que actuemos en esas zonas. La gente ha perdido respeto por la autoridad”.
A ese factor se suman los pocos recursos con que cuenta Diprove.
Un reporte oficial de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de El Alto da cuenta de que entre 2008 y 2010 se presentaron al menos 31 casos de robo de estos vehículos, acciones en las que sus conductores o propietarios fueron asesinados.
Una opción para evitar los robos
Tres empresas privadas ofrecen un sistema de localización satelital de vehículos. Una de ellas, incluso, efectúa el rastreo y la recuperación, en forma coordinada con autoridades policiales, de los autos robados.
Un investigador de la Dirección de Investigación y Prevención de Robo de Vehículos (Diprove) aseguró que se facilitaría en gran medida la tarea de esa repartición si es que todos los motorizados contaran con un sistema de localización global o GPS (Global Positioning System).
“Si el chip de un teléfono celular cuesta diez bolivianos, por esa misma suma se podría instalar estos dispositivos y sabríamos en todo momento dónde se encuentra cada carro”.
Grigot Villazón, ejecutivo de Ubicar Bolivia, explicó que, si bien existe esa tecnología en Bolivia, el sistema no ha sido desarrollado aún”.
La tasa de éxito de esa empresa es del 96,4 por ciento. “El resto se trataba de casos de fraude de seguros y, si vale el término, autorrobos. Incluso hubo una persona que llevó su automóvil a Chile, donde lo vendió, y posteriormente lo denunció como robado”.
En las situaciones en las que se trató de robos, el sistema de rastreo y localización alcanzó al 100 por ciento de eficiencia e incluso hubo un vehículo recuperado en el municipio de Cáceres, Brasil, pues la cobertura no sólo es nacional, sino que abarca todo el continente sudamericano.
Sin embargo, las vagonetas Toyota Caldina no tienen gran cobertura por parte de esta empresa, pues atiende principalmente a automotores, cuya cotización supera los 12.000 dólares, y si opera con otro tipo de máquinas es porque tienen seguros de compañías establecidas en el medio.
Recomendaciones
Para evitar el robo de vehículos, Diprove recomienda no dejar las llaves en los parqueos públicos.
Los investigadores sospechan que mientras los autos permanecen estacionados se pueden sacar copias de las llaves.
Tampoco se debe dejar los motorizados estacionados en lugares vacíos, oscuros o poco frecuentados.
Se sugiere, también, no dejar objetos valiosos en el interior de los coches, pues atraen a los ladrones.
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