El español Fernando Alonso volvió a ponerse ayer a los mandos del Ferrari para seguir, a contrarreloj, con la puesta a punto del F2012, que cada vez parece ir a más velocidad y que marcó el segundo mejor tiempo (1:23.447) de la segunda jornada de entrenamientos en el Circuito de Cataluña.
En una sesión accidentada, que empezó casi con media hora de retraso por la niebla y acabó seis minutos antes de lo previsto después de que Sebatian Vettel se quedara tirado con su Red Bull en una curva, el Ferrari de Alonso se ubicó a 0.321 del mejor tiempo de la matinal, obra del francés Jean-Eric Vergne (Toro Rosso).
Sin embargo, mientras que Vergne logró la pole provisional de este segundo día de test calzando el STR7 con neumáticos blandos, el asturiano consiguió su vuelta rápida con neumáticos duros.
Si en jornadas anteriores fueron Hulkenberg (Force India), Maldonado (Williams), Kobayashi (Sauber) o Grosjean (Lotus) los que rodaron rápido en Montmeló, ayer fue el francés de Toro Rosso el que quiso unirse al grupo de pilotos de la clase media que marcó el mejor crono en el trazado barcelonés.
El mismo Vergne fue uno de los causantes de que viviera constantes interrupciones cuando, a poco más de una hora para el final, rompió el motor de su monoplaza cuando intentaba batir su propio registro en una nueva simulación de calificación. EFE
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