Alonso vivió una jornada perfecta al quedar fuera de carrera sus dos principales rivales en el campeonato, el británico Lewis Hamilton y el alemán Sebastian Vettel. Tras este triunfo, el piloto de Ferrari recupera el liderato del Mundial con 113 puntos, seguido de Hamilton, con 88, y de Vettel, 85, que no lograron terminar la carrera.
«Los puntos se disputan mañana», había advertido Alonso la jornada anterior, después de una decepcionante clasificación que parecía descartar cualquier posibilidad de luchar incluso por el podio. Sin embargo, todo jugó a favor del español. El intenso calor en Valencia favoreció su remontada, ya que al quedar el sábado fuera de la Q1 había reservado un par de juegos de neumáticos nuevos. Después de 57 vueltas al circuito urbano frente al puerto marítimo, Alonso no reprimió su alegría, se hizo con una bandera española y se paró en mitad del trazado, frente a una grada repleta de «Alonsistas», para celebrar el inesperado triunfo con sus fans. En el podio, no pudo reprimir las lágrimas.
Desde la salida, Alonso avisó de que iba en serio
Alonso avisó ya desde la salida de que iba en serio. Al final de la primera vuelta, había adelantado tres posiciones y ya era octavo.
No se quedó ahí, su progresión fue constante hasta encontrarse a mitad de carrera en la cuarta plaza, sólo por detrás de los hombres más fuertes.
Vettel marcó el territorio desde el principio. Abrió hueco rápidamente y parecía lanzado a por el «hat-trick» en Valencia, después de sus triunfos en el 2010 y el 2011.
Por detrás, el francés Romain Grosjean demostraba que los Lotus quieren subir este año a lo más alto del podio y Hamilton hacía su carrera en busca de unos puntos valiosos en un campeonato en el que la consistencia carrera a carrera es crucial.
El venezolano Pastor Maldonado, que fue tercero el sábado en la clasificación, había desaparecido hacía tiempo de los primeros lugares, incapaz de mantener el ritmo de los mejores.
El momento clave de la carrera llegó sin embargo en la vuelta 28, cuando después de un choque entre el Toro Rosso de Jean-Eric Vergne y el Caterham de Heikki Kovalainen que acabó con la rueda del primero reventada, el safety car entró en pista.
Gran parte de los pilotos aprovecharon para hacer su segunda entrada a boxes. Y ahí fue donde Hamilton perdió la carrera. El equipo McLaren tuvo un problema con el elevador del coche y perdió unos segundos preciosos cambiando una rueda delantera.
Podio tras una remontada vertiginosa
Alonso estaba ya en zona podio tras una remontada vertiginosa, pero aún no había terminado.
Con los coches de nuevo reagrupados, Alonso no tardó en adelantar a Grosjean y se lanzó por Vettel. Sin embargo, el español no necesitó si quiera intentar el adelantamiento. El Red Bull del alemán, que había introducido muchos componentes nuevos en Valencia, se paró en la vuelta 35 para regocijo de los algo más de 50.000 espectadores presentes en las gradas del circuito urbano de Valencia.
La suerte del español no terminó ahí. Grosjean, cuyo Lotus parecía en condiciones de presionar al Ferrari en el tramo final de la carrera, también abandonó unas pocas vueltas después por un problema mecánico.
Y en la última vuelta, Maldonado, que había recuperado posiciones, chocó con Hamilton cuando intentaba superarlo y lo sacó de la pista. El venezolano terminó décimo.
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