Clásicos, las joyas de la industria automotriz

Las pistas de carrera se convirtieron en verdaderos laboratorios de los adelantos tecnológicos. En ellas se fueron introduciendo piezas cada vez más evolucionadas que configuraron a los modelos más cotizados de toda la historia.


Los constructores europeos se caracterizaron siempre por la exquisitez de sus autos. Italia, Francia, Alemania y Gran Bretaña fueron la vanguardia de la sobriedad en la construcción de carrocerías y en la fabricación de motores rápidos y eficientes.


En el caso italiano se crearon verdaderas escuelas de diseño, como las casas Pininfarina y Bertone, que también diseñaron distintos modelos para los mejores fabricantes de toda Europa.


Mientras, la industria estadounidense apostaba a la potencia de sus autos, aunque tampoco dejó de lado la estética, sobre todo en sus clásicos modelos deportivos, de los cuales Corvette y Mustang podrían considerarse sus principales emblemas.

Volkswagen Escarabajo. Fue uno de los modelos más populares de todos los tiempos, y probablemente el más vendido en todo el mundo. Comenzó a producirse a finales de la década del treinta











Ford Mustang. El primer modelo apareció en 1964, y causó un suceso en la industria automovilística. Ford ocupó por varios años los primeros lugares con este modelo









Jaguar E Type. Apareció a finales de los cincuenta exclusivamente para competencias, pero la versión comercial se hizo famosa desde comienzos de 1960. Está considerado como uno de los coches deportivos más exquisitos en cuanto a diseño. En Bolivia fue muy utilizado en carreras de los años sesenta y mediados de los setenta. En la foto, un modelo 1973 con motor V12









Lotus 79 John Player Special de Fórmula Uno; diseñado por Colin Chapman, fue el primer monoplaza de efecto suelo. Considerado uno de los bólidos más preciosos en muchos años.