21 julio 2012

¿Está limpio su tanque?

Normalmente, los combustibles co­merciales contienen una cierta cantidad de resi­duos de múltiples tipos, algo de lo que se habló en un artículo anterior en esta sección de El Sol. Dependiendo de ciertos factores como almacena­miento, transporte, e in­cluso localización geográ­fica, estos contaminantes se encuentran en mayor o en menor proporción y ensucian el tanque de combustible del vehículo, entonces ¿Qué hacer?. José Molina, del servicio técnico de la empresa Nibol, colaboró con algunas recomendaciones.

Concentración de suciedad. El tanque de combustible actúa co­mo un primer filtro para los residuos, ya que en la válvula da paso a los car­buradores, normalmente se incluye un filtro de ma­lla encargado de retener las partículas de mayor granulometría.

Además, al estar el combustible depo­sitado en él durante inter­valos de tiempos más o menos largos, se favore­ce la sedimentación de las partículas en suspen­sión, que poco a poco, cuando el vehículo está pa­rado, van bajando por efecto de la gravedad, ya que son más pesadas. Por si esto fuera poco, existen algu­nas fracciones del combustible denominados hidro­carburos insaturados que, en contacto con el aire, forman residuos go­mosos.
Cuando el depósi­to no está completamen­te lleno, estos elementos van formando una capa sobre el metal de las pa­redes, hasta recubrirlo casi por completo.

La limpieza en primer lugar. Este es un trabajo necesario cada cierto tiempo, aunque normalmente el intervalo es bastante largo, 50 mil kilómetros.

Esta operación trae consigo dos inconvenientes. En primer lugar, la poca ac­cesibilidad del depósito desde el exterior, al tra­tarse de un recinto cerra­do con tan solo el orificio de la boca de llenado y la pequeña abertura de la llave de paso. Es por tan­to, prácticamente, imposi­ble de limpiar desde el ex­terior, por lo que hay que utilizar algunos trucos pa­ra conseguir buenos re­sultados.

Además, nos encontramos con la difi­cultad añadida del conte­nido habitual, la gasolina, y sobre todo sus vapores, muy peligrosos por su fá­cil inflamación e incluso explosión, si hay la sufi­ciente presión del vapor. Antes de realizar cual­quier operación en el de­pósito, hay que vaciarlo por completo y lavarlo muy bien con algún pro­ducto que anule la gasoli­na, por ejemplo el agua jabonosa.

Aditivos, muy útiles. Otra de las maneras para mantener limpio el tanque, es utilizando aditivos que tienen como objetivo mantenerlo limpio, así como a las tuberías que van hasta la bomba de gasolina. Se recomienda usarlos cada vez que se llene a full el tanque.

Una de las principales ventajas que tienen estos componentes, son su precio, pues no pasan de los 50 bolivianos. De cualquier forma, lo mejor y más recomendable es consultar a un mecánico de confianza para realizar este tipo de trabajo.

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