10 julio 2012

Mercado de autos eléctricos empieza a despuntar en EEUU

Los vehículos eléctricos representan todavía un sector minoritario del mercado automovilístico estadounidense, pero sus ventas comienzan a incrementarse a pesar de su elevado costo y del repliegue de los precios de los combustibles.

Los autos recargables registraron fuertes ventas durante los primeros seis meses del año, según las cifras divulgadas esta semana por los fabricantes, a pesar de que los precios sean claramente más elevados y los costos de mantenimiento alcancen a veces 6.000 dólares anuales más que los de los automóviles a gasolina.

General Motors vendió en el primer semestre más de su modelo Chevrolet Volt híbrido (motor eléctrico pero que también puede ser impulsado a gasolina cuando se agota la batería) a 39.000 dólares, que en todo el año pasado.

Al mismo tiempo, Toyota comercializó más de 4.300 unidades de la versión completamente eléctrica de la familia Prius luego del lanzamiento del modelo en marzo, a pesar de que, a un mínimo de 32.000 dólares, es un tercio más caro que el modelo básico de los Prius híbridos.



En el segmento de alta gama de este mercado, las ventas también se incrementan. Fisker Automotive informó que entregó más de 1.000 unidades desde el comienzo del año de su Karma, un modelo deportivo de lujo recargable que tiene un valor de cerca de 105.000 dólares.

Y la lista de espera es larga para el Tesla Model S, del fabricante californiano presentado como “la primera berlina eléctrica de alta gama”. El modelo fue lanzado en junio con un valor de 50.000 dólares. No obstante, el lanzamiento de estos automóviles se habría visto afectado por las informaciones de incendio en las baterías mientras son sometidas a pruebas. El modelo Karma y aquellos del fabricante chino BYD sufrieron estos incidentes.

Los fabricantes sostienen que trabajan para eliminar estos problemas, mientras que los fabricantes de baterías buscan mejorar su tecnología. Los compradores deben hacer frente a los elevados costos de mantenimiento, entre 5.000 y 6.000 dólares más elevados que para un vehículo a gasolina, según un estudio.

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