"Tenemos alrededor de más o menos 450 movilidades en todos los garajes que están focalizados, que hemos confirmado con los sobrevuelos. Estos automóviles son ilegales, son de contrabando", declaró a la televisión estatal Bolivia TV.
El Gobierno denunció que en Challapata existen grupos criminales armados dedicados al contrabando de vehículos, tráfico de drogas y falsificación de documentos.
"Aquí se han dado el lujo de no permitir que no ingrese ni un Policía ni un COA (Efectivo del Comando Operativo Aduanero). Eso no puede ser en un país democrático donde la ley impera", consideró el Jefe militar, al justificar el operativo que se desarrollo en esa región, en conjunto con la Policía, la Fiscalía y la Aduana, entre otras instituciones.
Respecto a los violentos incidentes que protagonizaron una tropa de militares y grupos de civiles, dejando dos muertos, uno por herida de bala, Gandarillas descartó el uso de armas por parte de los uniformados.
"En este momento hay tranquilidad", complementó.
Por su parte, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, dijo que el control de la fuerza pública continuará en Challapata para evitar nuevos hechos de violencia.
"Las acciones del Estado tienen que continuar allá porque de lo contrario nos estaríamos rindiendo ante grupos delincuenciales que pretenden expulsar al Estado, expulsar las leyes, expulsar los valores de convivencia colectiva de esta población de Challapata", dijo.
Agregó que el Estado está ante una situación que ha rebasado todo límite de tolerancia, porque las acciones de esos grupos en Challapata son "una sumatoria de ilegalidades, antecedentes de asesinato, uso de armas, droga, dinero falsificado, documentación de vehículos falsificada, vehículos chutos, placas clonadas, agresión a un Regimiento Militar, secuestro (y) tortura de oficiales del Ejército".
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