12 enero 2013

Luis Martínez: ‘Esta carrera es muy dura y peligrosa’



Luis Martínez Dimitry es el más joven de los bolivianos que participa en el Rally Dakar. Con 26 años, hizo su debut en la prueba. Aunque le ha tocado pasar muchos inconvenientes en la competencia, su objetivo es terminar la carrera y llegar a Santiago el día 20, no importa si es último en los cuadriciclos.

Recordó con dolor lo que le pasó a su padre, Leonardo, el lunes; pero decidió continuar en la competencia porque recibió el respaldo de su madre Leddy, desde Santa Cruz. También las muestras de cariño que recoge de muchos compatriotas a diario le dan fuerzas para seguir, aunque admite que, por el cansancio, en más de una oportunidad pensó en levantar las manos.

— ¿Cómo está después de los primeros días de competencia?

— Ya el cansancio empieza a entrar, lo que más cuesta en levantarse en la mañana y saber que otra vez hay que subirse a la moto y otra vez andar y andar. Realmente me gusta mucho esto porque cansa bastante.

— ¿En algún momento se piensa en levantar las manos?

— Por ejemplo hoy en la mañana (ayer) me sentí muy cansado, no tenía ganas ni de subirme a la moto; pero me acuerdo de mi papá (Leonardo), de mi mamá (Leddy), mi familia, de toda la preparación que he tenido, todo el tiempo que me esforcé haciéndolo, muchas veces entrenando hasta casi desmayarse. Entonces uno recuerda eso y lo motiva a seguir. Además hay gente que yo no conozco; pero ellos sí y tienen fe en mí. Solamente quedamos tres bolivianos de los seis que empezamos. Ojalá Dios me dé las fuerzas para seguir adelante.

— ¿A qué hora te levantas generalmente?

— Me levanto a las 03.15.

— ¿Y te acuestas?

— A las , porque uno llega, marca su hoja de ruta, al menos una hora y media, ver con el mecánico la moto, bañarse, cambiarse y descansar. Aparte de que uno se echa a dormir bastante tarde, hay problemas. Anoche a mi lado estaban arreglando un auto, toda la noche era fra, fra, fra aquí en mi oído, probando el vehículo, los quería matar. Cuando terminaron, sonó mi alarma y me tuve que levantar. No se duerme bien, no se come también y se maneja todo el día.

— ¿Cómo tomaste lo de tu papá?

— Lamentablemente lo vi todo, porque yo estaba junto a él. La verdad que me impactó, porque lo vi bajando y de un rato a otro pasó todo. Escuché el golpe con la piedra, que no fue tan fuerte, cuando corrí la moto ya estaba dándose vuelta. Me dolió muchísimo, lo primero que hice fue tratar de ayudarlo, de ver qué se podía hacer. Era una situación muy difícil porque en la bajada que estábamos era muy peligrosa, venía mucho vehículo, tuve que pararme en medio camino, pero nadie me chocó ni nada; costó mucho que lleguen los médicos, por lo menos el helicóptero se demoró una media hora.

Para mí fue una situación bastante estresante, en ese momento quise ser médico en vez de corredor para poder ayudar a mi papá; lastimosamente no se puede y tuvimos que esperar la ayuda.

— ¿Hablaron alguna vez de que podía suceder algo así?

— Sabíamos que aquí pueden suceder muchos accidentes, pueden pasar muchos accidentes, hasta incluso uno puede perder la vida o quedar lisiado, porque es muy peligrosa, una carrera muy dura. Cuando pasó eso y vi que el helicóptero se llevó a mi papá pensé en seguir; pero sí quería llegar a la meta y hablar con mi mamá, porque a mi no me gusta hacer las cosas en contra de mi madre. Si ella me decía que vuelva, yo me iba, porque me apoya en todo; pero las veces que no le hice caso no me hizo bien, por eso tenía la duda de seguir o no.

En principio me dijo que vuelva, que era peligroso; pero le comenté que el equipo me apoya, porque somos un equipo grande acá, que todo iba a salir bien e iba ir con cuidado, porque lo que más le interesa es que vaya despacio, que no haga estupideces, aunque llegué último.


No hay comentarios:

Publicar un comentario