Normalmente los motores de dos cilindros no son los más potentes del mercado. Sí que tienen, en cambio, ciertas virtudes bastante relevantes, como por ejemplo una fuerte personalidad y una gran facilidad de empuje a bajas revoluciones. Además, a menudo no necesitan de tanta caballería como un tetracilíndrico para saciar las necesidades del piloto, según comentaron en "Saavedra Harley-Davidson".
Motor Revolution. Un ejemplo de lo último es el motor Revolution de Harley. A su llegada sorprendió a propios y extraños por prescindir de la casi obligada refrigeración por aire de los motores de Milwaukee. Pero si se quería dar un paso adelante en términos de potencia y par, recurrir a la refrigeración líquida era lo más recomendable. De hecho, está inspirado en el motor de la VR 1000, la mítica SuperBike de la marca americana, y en su desarrollo participó la marca de automóviles Porsche.
Testastretta 11. Y claro, en ningún caso podía faltar Ducati si de lo que hablamos es de motores bicilíndricos. Naturalmente, el motor Superquadro con 195 caballos de potencia, el último y más potente motor de la marca de Boloña, bien podría haber sido el protagonista. Pero tanto el Testastretta 11 como la Diavel encajan bien y, además, las grandes deportivas juegan en otra liga y no son en este caso las protagonistas.

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