04 agosto 2013

Automático y mecánico, una caja, dos estilos de conducción para personas exigentes a la hora de elegir un vehículo acorde a su uso.

Comodidad versus control, esa sería la principal disyuntiva por la que atraviesan los conductores a la hora de escoger la caja de cambios de su vehículo. Mientras que los que se inclinan por la caja automática admiten no querer dejar el confort que les da el manejar este tipo de vehículos, al olvidarse de los cambios, los que prefieren el auto mecánico aseguran que lo que más disfrutan a la hora de conducir su vehículo es precisamente regular la potencia del auto, especialmente en carretera y en terrenos montañosos, así lo señaló Jhonny Chávez, del taller Daytona Autoservice.

Caja automática. Llamada también de transmisión hidráulica automática, es aquella que puede encargarse por sí misma de hacer la relación de cambio automáticamente a medida que el carro se mueve. La transmisión automática depende de válvulas o sensores electrónicos combinados con una computadora para “sentir” el momento y programar el cambio. En ese momento, los embragues y bandas internas se deslizan y los pistones empujan discos dentro de un juego de engranajes planetarios para cambiar la relación de torque y velocidad. Los cambios que generalmente tiene una caja automática son: P (parking), N (neutra), R (reversa), D (drive, marcha hacia delante desde primera hasta las que decida el fabricante), S (sport, cambios más rápidos, bruscos y a unas revoluciones mayores) y L (para subir y bajar pendientes, cambios bajos). Este tipo de cajas es más recomendado para uso urbano, indicó Chávez.

Caja manual y sus ventajas. El vehículo con caja de cambios mecánica funciona a través de un sistema que sirve para transmitir la fuerza o caballaje del motor a las ruedas, lo que permite un desplazamiento controlado. A diferencia de la caja automática, la manual ofrece mayor libertad al conductor, por lo que debe saber utilizarse y no olvidar su mantenimiento. Las ventajas de manejar un auto mecánico se enmarcan fundamentalmente en la capacidad del conductor de controlar la marcha del carro, con cambios bajos para aprovechar la potencia del motor y altos para darle velocidad. De esta manera, el conductor regula sobre su vehículo, cosa que no ocurre con el carro automático, que funciona a voluntad. Otras ventajas que tiene el carro mecánico es que consume menos combustible y es menos costoso repararlo en caso de un daño. Además, en caso de un daño o de una “varada”, el auto puede “prenderse empujado”, cosa que en el carro automático no puede hacerse con facilidad.

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