Siempre quisieron ser pilotos, pero por diferentes motivos, entre ellos el económico, tuvieron que postergar ese sueño, y para estar lo más cerca posible de la velocidad fueron navegantes durante años. Fabricio Roca, de la cuadratrack 4x4, y Gary Barbery, de la cuadratrack 4x2, decidieron aprovechar este Gran Premio Integración del Oriente para ser los capitanes de sus máquinas.
Desde su nueva condición de pilotos, ambos están dando que hablar, pues tras cuatro etapas disputadas del GP lideran sus respectivas categorías. En la clasificación general, Barbery es sexto y Roca se ubica en el puesto 15 entre 46 competidores. De esta manera están demostrando que se aprende bastante como navegantes, función en la que cumplen varias tareas como leer la hoja de ruta, controlar la carrera y dar consejos a los pilotos.
“Siempre quise ser piloto, y tuve algunas experiencias entre 2003 y 2005, con tres carreras. Pero luego, me dije que si quiero ser piloto tengo que hacerlo bien y correr para ganar, no solo por participar. Y así fue, pues en esta ocasión invertí $us 13.000 en comprarme la moto y $us 5.000 en presupuesto para esta versión del Integración”, explica Fabricio.
Amplía experiencia
De los 33 años que tiene Barbery, 17 los lleva de navegante, tiempo en los que ha sido guía en la ruta de varios pilotos, entre ellos Sergio Vargas, Flores Roncón, Fernando Cronenbold, Adalberto Cuéllar y Alex Barbery, este último su hermano. “Sin exagerar, muchas veces se sufre más de navegante, pues uno está pendiente de lo que hace otra persona”, dice Gary, cuya cuadratrack le costó $us 10.500 y su inversión para esta carrera llega a los $us 4.000.
Roca, de 27 años, lleva 13 de navegante, acompañando a un sinnúmero de pilotos como su padre Roly Roca, Eduardo Peredo, Juan Carlos Salvatierra, Javier Lima, César Vaca y Rolando Careaga. Fabricio este año estrenó su cuadratrack con un triunfo en el rally de Porongo. Roca y Barbery ya cumplieron un sueño en el Integración al participar como pilotos, ahora van por otro: ganar el Gran Premio
AL DETALLE
Roca cuenta que ser navegante le ha dado buenos ingresos económicos y que lo toma como un trabajo. Por un Gran Premio Nacional o un Integración, pagan hasta $us 4.000 y por ello es que seguirá de navegante, aunque ya se ha propuesto correr en la categoría autos en los próximos dos años.
Barbery no lo toma como un trabajo el ser navegante y más bien lo hace como una diversión en su tiempo libre. En ocasiones, los pilotos le dan algunos incentivos económicos para recuperar las horas en su trabajo. “El automovilismo lo llevo en la sangre, pues mi padre, Humberto, era piloto”, dijo.
SE VIENEN LAS TRES ETAPAS MÁS DURAS
Hasta el momento se han recorrido cuatro de siete etapas del GP Integración, pero lo más duro está por venir. En las próximas tres jornadas los pilotos tendrán que cuidar sus máquinas por lo difíciles que son los caminos, en los que hay desniveles y piedra laja, entre otros obstáculos que hacen temer a los competidores.
Las etapas siguientes también son de distancias largas. Hoy la carrera unirá Concepción y San Ignacio, mañana San Ignacio con Concepción, y el domingo Concepción con Warnes. Con ello se recorrerán los últimos 1.000 kilómetros de los 1.853 que contempla el Gran Premio, entre enlaces y pruebas de velocidad.
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