Un reporte de vehículos ‘remplacados’ con radicatoria definida del Registro Único para la Administración Tributaria Municipal (RUAT) da cuenta de que hasta noviembre de este año, cotejado con igual periodo de 2012, el parque vehicular de Bolivia se amplió de 1.196.297 a 1.315.151 unidades, lo que refleja un 21% de crecimiento.
Dicho porcentaje equivale a 118.854 motorizados entre diplomáticos, oficiales, particulares y de servicio público.
De ese total, con 43.389 unidades, Santa Cruz es la región que acapara el mayor volumen de aumento de rodados, le siguen La Paz (27.714), Cochabamba (21.444), Tarija (6.400), Chuquisaca (5.420), Oruro (5.171), Beni (4.982), Potosí (3.766) y cierra Pando con 568. De las 1.315.151 unidades que abarca el parque automotor nacional, el eje troncal (Santa Cruz, La Paz y Cochabamba) concentra el 80%.
Justamente el indicador que posiciona a Santa Cruz como la región con mayor volumen de motorizados del país movió el tablero de la demanda de diésel, gasolina y GNV.
Según Asosur, la demanda de gasolina escaló de 355.687.185 (2012) a 388 millones (2013); de diésel, de 450.058.390 (2012) a 498 millones (2013); y de GNV, de 546.625.434 (2012) a 590.355.496 (2013) metros cúbicos. Las cifras que corresponden a este año, en los tres casos, son preliminares y proyectadas.
El anuario estadístico 2012 del Ministerio de Hidrocarburos y Energía detalla que el consumo nacional de gasolina alcanzó los 3.238.683 de litros por día.
Del global, Santa Cruz es el que mayor consumo registra. Concentra un 33% (1.062.019 litros por día); seguido de La Paz, con el 29% (953.938 l/d); y Cochabamba, un 14% (468.030 l/d). Las demás regiones consumen en menor proporción, acorde con las características y tamaño del parque automotor.
Con respecto al diésel, el documento da cuenta de que el consumo promedio en 2011 y 2012 se incrementó un 6,9%, de 3.947.048 a 4.220.893 litros por día. Deducen que la demanda es estacionaria, acorde con el consumo del sector transporte y la temporada de siembra y cosecha en las regiones del país donde la agricultura forma parte de su estructura económica.
Del consumo nacional, Santa Cruz representa alrededor del 38%, seguido de La Paz y Cochabamba con el 19 y 17%, respectivamente; las ciudades de Oruro, Potosí y Tarija tienen un consumo que fluctúa entre el 6 y 7%; Sucre consume alrededor del 4%, Beni y Pando el 4% restante.
Si bien las estadísticas reflejan un crecimiento de la demanda de gasolina, diésel y GNV en el país, en el caso de Santa Cruz, de acuerdo con la gerenta general de Asosur, Susy Dorado, la provisión está asegurada por el equilibrio en la logística de distribución conseguida por YPFB Comercialización que permitió a las 153 y 88 estaciones de servicios de líquidos y de GNV, respectivamente, atender la demanda del parque vehicular en la ciudad y en las provincias.
Sin embargo, cree que para ‘darle aire’ al sector se debe recategorizar la asignación de cupos a los surtidores e intensificar las campañas de conversión de vehículos a GNV para disminuir el consumo de gasolina.
En Asosur La Paz y Cochabamba se indicó que la eficiente coordinación entre la ANH y Yacimientos en los despachos de carburantes líquidos permitió responder sin apuros a la demanda del parque vehicular.
El presupuesto 2013 preveía $us 1.060 millones para la subvención de los hidrocarburos, pero el Ministerio de Hidrocarburos informó de que ya se gastó $us 800 millones en esta gestión.
Demanda de GNV, en alza
Según Asosur Santa Cruz, con datos proyectados por la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y la Entidad Ejecutora de Conversión a Gas Natural Vehicular (EEC-GNV), de 2012 a 2013 las ventas escalaron de 546.625.343 a 590.335.469 metros cúbicos. La cantidad de estaciones de servicio en dicho periodo también remontó de 197 a 236. Santa Cruz es líder con 88 estaciones con GNV.
Un informe de ejecución física de la EEC-GNV al 23 de diciembre da cuenta de que el programa de conversión vehicular alcanzó a 34.343 unidades, superando la meta de 34.080. El proceso de recalificación y reposición de cilindros registra igual tendencia. Se llegó a 4.799 y la meta era 4.460.
En la Cámara Nacional de Conversión de GNV, el presidente Wálter Herbas indicó que los propietarios de los 192 talleres que operan en el país están a la espera de la licitación de las 34.800 instalaciones proyectadas para 2014.
La estatal YPFB no responde
Se buscó, sin éxito, conocer la lectura de YPFB Corporación respecto al crecimiento del parque automotor que hace deducir mayores volúmenes de consumo e importación de diésel y gasolina y mayor presupuesto para la subvención. Se hizo la solicitud vía correo electrónico, pero no se tuvo respuesta
La frase
“Estamos esperando la licitación del programa de 34.800 instalaciones previstas para 2014”
Wálter Herbas - Pdte. Cámara de conversión de GNV
Cifra
1.060
Millones de dólares
Es lo que se preveía invertir para la subvención de los hidrocarburos este año. Se gastó $us 800 millones
PUNTOS DE VISTA
Va a aumentar la importación de carburantes
Hugo De La Fuente - Analista Energético
Esas 118.000 unidades reflejan un 10% de incremento del parque automotor y es el resultado de tener precios bajos en lo que toca a la gasolina y el diésel, eso genera un incentivo adicional para adquirir más rodados. Nuevo o viejo, es un factor excluyente porque la motivación de compra está en el incentivo por los precios bajos del combustible.
En Paraguay no suelen comprarse vehículos por los precios altos de los carburantes y el crecimiento en una economía que es similar a la nuestra no excede del 3 al 4%, mientras en nuestro país el incremento es fuerte precisamente por el incentivo ‘perverso’ del precio.
Este estímulo va a aumentar la importación de gasolina y diésel en la misma proporción del crecimiento del parque vehicular, aunque el volumen en gasolina será mayor
La ostentación ha llegado a más bolivianos
Francesco Zaratti - Analista Energético
Primeramente se refleja la capacidad de compra de los bolivianos. Posiblemente una gran parte de esos nuevos vehículos se compra gracias a créditos bancarios, pero luego se pagan: la riqueza y la ostentación han llegado a más bolivianos.
Como Bolivia no produce automotores, las nuevas matriculaciones muestran un derroche de divisas que se amplifica con repuestos y accesorios. Es la riqueza generada por el gas exportado, que está siendo dilapidada por nuestra generación.
Finalmente, está la otra cara de la moneda: el impacto ambiental de tener más y más unidades vehiculares circulando en las ciudades y el impacto financiero por la quema de combustibles, que o bien importamos, como el diésel, o vendemos a precio subsidiado (gasolina y GNV)
No hay comentarios:
Publicar un comentario