15 abril 2014

El plan chino para lograr el liderazgo automotriz

La relación fabricante-proveedor en los mercados emergentes y los países desarrollados está evolucionando a medida que crece la demanda de automóviles en Asia. Los países asiáticos se están convirtiendo en mercados solicitados para alianzas estratégicas y las nuevas tecnologías están generando oportunidades únicas en este campo.

En su estudio de investigación Estrategias corporativas de las empresas automovilísticas; Cómo ser líderes globales, publicado recientemente en Competitiveness Review, Pedro Nueno, del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa de la Universidad de Navarra, España, y Rosa Caiazza de la Universidad Parthenope de Nápoles, analizan las estrategias corporativas que están aplicando las empresas asiáticas para llegar al liderazgo global.

La demanda en China de automóviles nuevos y usados está en aumento debido a que los chinos tienen más ingresos disponibles.

Asimismo, China ha invertido fuertemente para apoyar la industria automovilística nacional y está a la vanguardia en el desa-rrollo de autos de bajo costo. Esto está incrementando las ventas y generando beneficios que pueden exportarse a mercados más maduros.

La colaboración proveedor-fabricante que se necesita para generar una reducción de costos innovadora en los mercados en desarrollo puede lograrse mediante empresas conjuntas y fusiones y adquisiciones. Las compañías automotrices chinas ven en estas estrategias la forma de lograr rápidamente una presencia global. Los bienes estratégicos adquiridos pueden mejorar la reputación de una compañía, permitiéndole obtener recursos y acceso a nuevos mercados. También pueden permitir el desa -rrollo de habilidades y competencias para lograr una ventaja competitiva global.
Si bien en muchos sectores las alianzas estratégicas y las fusiones y adquisiciones son una práctica común, la dinámica de la industria automovilística presenta varios matices.

Un Gobierno activo
Las tecnologías emergentes en los ámbitos de trenes con fuentes de energía alternativa, así como en los vehículos eléctricos e híbridos, están impulsando la convergencia del sector. Esto está generando oportunidades para establecer alianzas estratégicas entre las compañías automovilísticas y las de tecnología.

El Gobierno chino planea hacer de China uno de los principales fabricantes de vehículos eléctricos e híbridos, y hacer que las compañías automotrices chinas sean agentes importantes en la industria global.

Con el apoyo del gobierno, muchas empresas chinas están combinando competencias en tecnología y en la industria automotriz. Están estableciendo alianzas estratégicas con el motivo básico de obtener y controlar bienes estratégicos, algo que es raro en las economías emergentes.
Scott Corwin, experto en la esfera automotriz de la compañía Booz & Co Consultancy, cree que incluso en un escenario de crecimiento relativamente fuerte de la producción y de la demanda tanto en China, como EEUU, estos mercados no podrán abastecer por sí solos a todo el mundo.

China, por primera vez, está a punto de producir más vehículos que Europa, marcando una nueva época en su industria automóvil y poniendo de relieve las dificultades que atraviesa el sector automóvil europeo. Se estima que en 2014 China producirá 19,6 millones de autos y otros vehículos ligeros.

Los autores del estudio examinaron casos específicos en la industria automotriz para averiguar la relevancia de los factores culturales en el éxito de fusiones y adquisiciones. Analizaron en particular el caso de la compañía B.Y.D., que se inició en el mercado de la electrónica en 1995.
B.Y.D. llegó a ser uno de los fabricantes de baterías más grandes del mundo, gracias al crecimiento del mercado mundial de telefonía móvil. Después pasó a fabricar baterías para auto y, finalmente, a fabricar autos. La metamorfosis de la compañía, de fabricante de baterías a fabricante de autos atrajo la atención de expertos de la industria de todo el mundo. Esta empresa sigue siendo el único fabricante de autos de integración vertical que producen sus propias baterías.

En 2009, el mundo estaba convencido de que para 2020, la mayoría de los autos fabricados serían eléctricos. Aunque todas las compañías automotrices se apresuraron a tener su prototipo eléctrico, B.Y.D. parecía la más comprometida con la idea de la electricidad y la más avanzada en sus prototipos eléctricos e híbridos.

El interés que puso el conocido inversionista Warren Buffett en B.Y.D., que finalmente adquirió el 10 por ciento de la compañía, también suscitó el interés por el auto eléctrico.
Muchos gobiernos subsidiaron los autos eléctricos desplegando una infraestructura de recarga, mediante subsidios directos para la adquisición del auto o mediante subsidios relacionados con las investigaciones. Sin embargo, B.Y.D. parecía estar un paso adelante.

En 2013, la compañía llegó a un acuerdo con Daimler, en una asociación de 50-50 para construir en China el auto totalmente eléctrico Denza. El éxito de B.Y.D. en el mercado internacional va a depender de su capacidad de echar a andar e implementar su estrategia de expansión global, que actualmente está subdesarrollada. La industria automotriz es un buen ejemplo de una industria en la que las economías emergentes han reforzado su papel como líderes globales.

El caso de B.Y.D. muestra que la diversificación de actividades y países puede ser una estrategia para que las empresas automotrices asiáticas compitan en el mercado global

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