El radiador está entre los elementos más importantes para el cuidado del motor, que al trabajar a altas temperaturas necesita una refrigeración óptima. El uso de líquido refrigerante es vital, el agua solo acorta la vida del radiador.
El motor es el corazón de un vehículo y suele trabajar con temperaturas que superan los 100 grados centígrados, por lo que la refrigeración debe ser óptima. Es por ello que el radiador juega un papel esencial. Este dispositivo es el responsable de enfriar el líquido refrigerante que circulará por dentro del motor, recibiendo aire del exterior.
Problemas comunes. El radiador no es delicado; sin embargo, el óxido, el lodo y los sedimentos causados por el agua de grifo o refrigerantes inadecuados originan perforaciones u obstrucciones del sistema. Reparar este dispositivo es muy costoso y en algunos casos lo único que se puede hacer es cambiarlo.
Cuidados básicos. Es muy importante verificar cada cierto tiempo la temperatura en el panel de control del vehículo para descartar cualquier fuga que pueda afectar al sistema de refrigeración.
Agua o refrigerante? Aunque algunas personas utilizan agua en lugar del líquido refrigerante esto es muy dañino para el vehículo y lo único que hace es acortar la vida del motor ocasionando óxido, lodo y sedimentos. Es esencial el uso de refrigerantes de buena calidad.
En emergencias. Si después de recorrer unos kilómetros se da cuenta que el radiador no tiene el líquido, lo primero que debe hacer es parar y esperar a que el motor se enfríe para recién destaparlo. Solo en este caso puede rellenar con agua para determinar fugas o el origen del problema y acuda al taller de reparación para su diagnóstico.
Limpieza. Existen equipos especiales para este trabajo. Se utilizan detergentes diferentes para realizar una diálisis del sistema completo, garantizando la remoción de óxido y sedimentos. Es recomendable realizar esta limpieza cada dos años.
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