“Estoy buscando un auto al día", pregunta la periodista que finge interés por adquirir un vehículo, a lo que la vendedora responde: "Aquí no vas a encontrar, mamita, nada al día, todo es chuto". A un costado, cerca de 300 vehículos (ya lo constataron, todos indocumentados), dispuestos en dos filas, se ofrecían a la venta el domingo pasado en la denominada "autoventa" de Ivirgarzama.
Es la calle Litoral de la población. Frente a las filas se hallan las oficinas de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT), y unos 300 metros más allá, la plaza principal de la población, para cuyos habitantes el comercio de "chutos" parece ser la cosa más normal del mundo, pese a que hace sólo una semana hubo un bloqueos de la carretera y varios dirigentes "chuteros" fueron detenidos. Además, está la Waka Playa, en la misma población, donde predomina la oferta de motocicletas ilegales. Según varias versiones, un panorama similar ocurre en Chimoré los sábados.
Bajo un calor sofocante, los comerciantes de la "autoventa" de Ivirgarzama, junto a sus esposas e hijos, ofrecen sus motorizados a precios que oscilan desde los 2 mil (un Caldina, modelo 97) hasta los 7 dólares (un Hilux, modelo 96). El monto varía dependiendo de la marca y el modelo.
Tras una caminata de cinco minutos, en medio de dos camionetas, un Ipsum modelo 96 color verde ceniza llama la atención de la periodista. ¿El precio?, 4 mil dólares. El vendedor comenta que es raro ver a una mujer sola buscando autos y le da algunos consejos. Primero, revisar el motor y el chasis para verificar que no sea robado; segundo, ver el recorrido de kilometraje y hacer un documento privado con la póliza que tiene la importación de Chile, pero nada garantiza que el documento sea verdadero, concluye Óscar (nombre ficticio), quien vende autos acompañado de su hijo.
Según Óscar, los compradores, en su mayoría, son gente humilde que utiliza los "chutos" para trabajar en sus chacos o llevar a otras provincias para taxis. "Es raro ver gente de la ciudad por aquí", concluye.
En ese momento, una pareja realiza la compra de un Caldina 97, el esposo dice al vendedor: "Lo dejaremos en 12.500, amigo", a lo que su pareja acota: "Queremos para sacar la fruta del chaco. Rebajanos". El "chutero", en menos de una hora había vendido tres vehículos y aún le quedaban dos.
"Chutos" a pedido
Mientras algunos esperaban por horas bajo el sofocante sol para vender un solo auto, otros, los más antiguos, vendían y entregaban "chutos" a pedido. "La señora Magariños está por venir. Ya sabes 7.500 tienes que sacarle, no menos, porque chuto a pedido cuesta más", dice un vendedor a su sobrino. Según la esposa, que pidió no ser identificada, para ganar vendiendo "chutos" se debe traer en cantidad, más de 10 como mínimo, tarea costosa y arriesgada si no tienes contactos en la Aduana y la Policía.
Para ello, el interesado adelanta la mitad del dinero si es desconocido. Según la mujer, que junto a su esposo venden "chutos" desde hace 12 años, es gente de la ciudad la que hace pedidos, "los que tienen más dinero".
Por otra parte, Fernando Araoz, dirigente de los propietarios de autos "chutos" del trópico de Cochabamba, cuenta que compró su vehículo en 4.500 dólares. Con una bandera del MAS atada a la cabeza y acullicando coca, el dirigente dijo que circulan normalmente desde Villa Tunari hasta Yapacaní. Incluso, en los surtidores les daban gasolina sin ningún problema, porque tienen la etiqueta del B-Sisa. “Los autos japoneses no vinieron por los ríos. Ingresaron desde la frontera en complicidad con la Aduana y los militares”, reprocha Araoz.
En un sondeo realizado en Ivirgarzama, de 10 personas consultadas, siete conocen algún familiar que tiene un “chuto”. En el país existen alrededor de 50.000 mil de estos autos.
No existe control
Un Ipsum modelo 96 “chuto” está entre 3 mil y 4 mil dólares, y con papeles hasta 11 mil, señala JCM, quien ofrece vehículos con papeles. Dijo que los “chuteros” que internan esos vehículos por el salar de Uyuni en la noche deben “correr a 100 kilómetros por hora para que no los agarren, porque es un riesgo”. “Los que tienen muñeca pagan entre mil y 2 mil dólares en las trancas. Es todo un negocio”, cuenta JAV, quien vive en Shinahota y trajo su vehículo desde Chile.
En la Waka Playa, frente a la unidad policial de Ivirgarzama, se venden motocicletas de "dudosa procedencia", según los mismos vendedores. Pero, lo que más llama la atención, es que la Policía está a menos de 400 metros de la "autoventa".
Al finalizar la tarde, la periodista pregunta cómo hacer para pasar el auto "chuto" por las trancas, a lo que la vendedora responde: "Tranquila, aquí también te damos placas clonadas. Además, la Policía no revisa. Tengo una vagoneta en la ciudad que saco para pasear y no me pasa nada".
Oriente
"Defenderemos nuestra herramienta de trabajo, porque con eso mantenemos a nuestras familias", dijo Carmelo Gómez, dirigente de la Chiquitania.
Según el representante del bloque oriental de dueños de autos "chutos", en su región tienen el apoyo de sus autoridades, porque reconocen que los vehículos indocumentados son utilizados en el transporte público.
En la actualidad, Gómez está detenido en Santa Cruz por protagonizar el bloqueo en el oriente del país.
Occidente
"El auto me llegó a las puertas de mi casa, un vecino me lo vendió barato", contó Gregorio Muñoz, dirigente de autos "chutos" del departamento de Potosí.
Según el minero, su familia es pobre. No conocen la carne y la verdura, "menos vamos a saber por donde ingresan los vehículos. No soy contrabandista", recalcó.
Actualmente, tras un contacto telefónico, manifestó que se encuentra escondido en una comunidad alejada por temor a que lo arresten al igual que hicieron con sus compañeros.
EN LA PRIMERA ASAMBLEA NACIONAL
"Chuteros" se organizan con epicentro en Cochabamba
“Cochabamba vio nacer esta asociación, es testigo de la unificación de los dueños de autos chutos”, expresó Félix Mamani, dirigente nacional de la asociación de propietarios de autos indocumentados durante una asamblea que se realizó el pasado 5 de septiembre en el departamento valluno.
Con la participación de representantes de los nueve departamentos junto a sus bases, la plazuela Germán Busch de la ciudad de Cochabamba se llenó con al menos 200 dueños de autos “chutos”. Durante el encuentro, determinaron realizar un bloqueo de carreteras en el eje central el miércoles 10 de septiembre, medida asumida en demanda de una nueva nacionalización.
Un día después del bloqueo, Mamani, líder de los dueños de autos “chutos” fue aprehendido en Ivirgarzama por policías que estaban vestidos de civil. Según muestran las imágenes de ATB, durante el forcejeo, los uniformados golpearon al dirigente.
A nivel nacional, son 15 los dueños detenidos, acusados de asociación delictuosa, apología pública del delito, atentado contra la seguridad de servicios públicos y atentado contra la seguridad del transporte y lesiones graves.
Al respecto, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb) apoya la determinación del Gobierno de tomar medidas para evitar la introducción de autos indocumentados.
Por su parte, el vicepresidente de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, Leonardo Loza, dijo que los cocaleros desconocen a la asociación de “chuteros” y ratifican el apoyo a la Policía y el Ejército para confiscar los vehículos indocumentados.
“Yo también pertenezco a una de las federaciones, no sé por qué quieren ocultar la verdad, incluso la misma directiva de los cocaleros tiene autos indocumentados. La mayoría de la gente humilde del trópico tiene autos chutos, porque son nuestras herramientas de trabajo”, recalcó Mamani, a manera de repudio contra las declaraciones de los dirigentes cocaleros, a quienes acusa de "buscapegas".
Las autoridades del Gobierno, califican la demanda de los “chuteros” como “chantaje electoral”. El candidato a la presidencia por Unidad Demócrata (UD), Samuel Doria Medina, está a favor de una nacionalización, previo pago de un “costo alto”.
Sin embargo, los propietarios de autos “chutos” señalan a la autoridad como la principal culpable de la internación de vehículos indocumentados.
Mientras, el ministro de Gobierno, Jorge Pérez, hizo una analogía de los “chuteros” con los narcotraficantes.
La región de Chapare es considerada zona conflictiva de los vehículos indocumentados, porque la última vez que efectivos de Diprove intentaron confiscar autos, fueron expulsados y perseguidos.
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