Kosky: cinco títulos en Pucarani y dos en EEUU

Hace 37 años Sergio Kosky se dedica al automovilismo. Su pasión es correr y esta disciplina le ha dado muchas victorias al país; en el ámbito nacional y local no se cansa de alzar trofeos. Han pasado solo unas semanas desde que obtuvo por quinta vez consecutiva el título de campeón del autódromo de Pucarani y está a punto de conseguir (virtualmente lo tiene en el bolsillo) el bicampeonato de la Copa de las Américas del Gran Prix de Miami, Estados Unidos.

A mediados de septiembre Kosky se impuso una vez más en Pucarani, donde este año logró el título en la clase RC2N, mientras que en los cuatro anteriores (2011, 2012, 2013 y 2014) triunfó en la R2B Libre.

El certamen aún no ha terminado, pero él ya es campeón desde la penúltima jornada (cuarta). La última se desarrollará este mes. En todo caso ya es inalcanzable en la clasificación general, pues acumula 47 puntos, muy por encima de quienes son sus escoltas: Diether Reyes (17) y Fortunato Maldonado (7).

“Este es un premio a la constancia. Pucarani es un circuito al que yo le tengo muchísimo cariño. Creo que es el escenario deportivo más importante y el que más le ha costado construir a la asociación paceña”, dice Kosky, quien no faltó a ninguna carrera disputada allí en los últimos cinco años.

Con el título asegurado en Pucarani, ya que no necesita ni largar en la última prueba, ahora está enfocado a confirmar el bicampeonato del Gran Prix de Miami. En Estados Unidos hace equipo con el también piloto boliviano Patricio Franulic, ellos son del Bolivia Racing Team (BRT) y van primeros en la categoría MP-3B.

Queda una fecha más: el Miami 500 (500 millas, el 29 de noviembre). La anterior semana corrieron en “The Roc” Race of Champions (300 millas), donde acabaron terceros y por eso acarician el bicampeonato, pues en la última carrera, que otorgará 20 puntos al ganador, nadie los podrá alcanzar a no ser que por alguna razón no participen (el reglamento los obliga a estar).

“La anterior fue una carrera muy dura, los Hondas son muy rápidos, pero corrimos con la tranquilidad de tener los puntos que nos dan la posibilidad de alcanzar otra vez el título”, según Kosky. Está feliz: “Es por el orgullo de ser boliviano, de poder representar a mi tierra lo mejor posible, izar reiteradas veces la tricolor nacional en otros lados, eso no tiene precio alguno”.

Recibe una gran ayuda

Sponsors

Su participación en el país del norte es gracias a los auspicios de Boliviana de Aviación (BoA), el Ministerio de Culturas y Turismo, entre otros.

Invitado

Para la última fecha, en el Miami 500, está invitado como tercer piloto el boliviano Wálter Nosiglia, quien alternará con Kosky y Franulic.

De sangre

Su hijo Sergio Kosky Junior también compite y en la actualidad (tercero) está en la lucha por el título en la categoría R2B Libre de Pucarani.

Su sueño es acabar un Gran Premio

Sergio Kosky todavía tiene un reto que cumplir: correr y al menos terminar un Gran Premio Nacional de Automovilismo, por lo que si para este año se oficializa la competencia es un hecho que se presentará en el punto de partida. “Estoy esperanzado en que realmente haya Gran Premio Nacional. Corrí en dos Grandes Premios, pero ninguno de los dos pude terminar. Fue en 1990 y 1991, así que realmente tengo muchas ganas de integrar a mi país”, manifiesta Kosky.

Cuenta que entre 2005 y 2009 organizó esta competencia durante su gestión como presidente de la Febad (Federación Boliviana de Automovilismo Deportivo), pero no es lo mismo que participar como un piloto. “Mi deseo es que antes de colgar los guantes pueda dar una vuelta”.

Juan Carlos Pacheco, titular de la Febad, informó hace unas semanas que la carrera está programada para disputarse a partir del 1 de noviembre con una duración de 12 o 13 días, pero falta la confirmación del Gobierno, que apoya el evento.

Si se oficializa Kosky estará presente con un Mitsubishi Evolution 9 en la clase N-Codasur. También se debe ocupar de elegir un navegante, tiene varios candidatos, pero busca combinar esa labor con la de conocimientos en mecánica, algo que puede ser fundamental para cumplir con el propósito de cruzar la meta final.