Tras varios años de realizar pruebas en las calles de nuestras ciudades, los vehículos autónomos ya están entrando en la fase en vivo. El mes pasado, un autobús sin conductor comenzó a transportar pasajeros en Lyon (Francia). La mayoría de los empresarios de la industria automotriz piensa que los vehículos autónomos estarán en las carreteras en 2020 o antes, dice Richard Holman, director de previsión y tendencias de General Motors.
Los coches autónomos inicialmente convivirán con los conducidos por humanos, pero los primeros sitios en los que dominarán el mercado serán las densas áreas urbanas, precisamente aquellos lugares más dañados por la era del automóvil. “Ésta es una oportunidad para renovar las ciudades”, anunció Chase el mes pasado en la conferencia Autonomy en París. Muchas ciudades avanzadas ya comenzaron a reducir el papel que desempeñan los automóviles. Los vehículos autónomos acelerarán ese proceso.
Las autoridades de las ciudades no quieren que todos sus habitantes tengan su propio coche autónomo. Eso empeoraría el congestionamiento del tránsito y en realidad no es necesario. Un coche autónomo es un taxi perfecto y económico, puede dejarte en el trabajo y seguir a buscar al próximo pasajero. Y si insistes en conducir tu propio automóvil, las ciudades probablemente te cobrarán una cuota por ese privilegio: conducir un automóvil será un lujo, como ser dueño de tu propio avión. Los coches autónomos podrían permitir que las ciudades reduzcan 90 por ciento de los vehículos en circulación y a la vez transportar al mismo número de personas. Van a proporcionar enormes beneficios a nuestra sociedad:
• Los automóviles sin conductor reducirán los accidentes en 90 por ciento, asevera Pascal Demurger, director general de la aseguradora francesa, MAIF. Eso es increíble. El índice de mortalidad total de las carreteras del mundo es de 1,2 millones de muertes al año, o sea, el doble de las ocasionadas por conflictos armados y homicidios, juntos.
• Se reducirán las emisiones de carbono y la contaminación ambiental, ya que los coches autónomos urbanos serán eléctricos.
• Los mayores de edad, los discapacitados y los adolescentes podrán lograr una mayor movilidad.
• Muchas personas ahorrarán una fortuna al abandonar sus coches. El costo promedio de ser propietario de un automóvil es de 6.000 euros al año, dice Chase. Si piensas que los vehículos personales sobrevivirán como símbolos de estatus, recuerda que los caballos alguna vez también lo eran.
• Los coches autónomos casi nunca necesitarán estacionarse y ciertamente no tendrán que hacerlo en el centro de la ciudad. Por tanto, las ciudades podrán convertir sus plazas de estacionamiento (ocupadas perennemente por los coches) en carriles para bicicletas o parques.
• Se reducirá la congestión del tráfico ya que los coches autónomos serán capaces de circular en grupos densos, no se perderán y no tendrán que dar vueltas buscando lugar para estacionarse.
• La Policía ya no detendrá a conductores de raza negra… de hecho a ningún conductor.
• Una vez que los coches autónomos se extiendan más allá de los centros urbanos, desaparecerá el tedio de los desplazamientos diarios al trabajo. “Podrás usar tu automóvil para comer, trabajar, dormir, besar”, declaró Carlo Ratti, director del Senseable City Lab de MIT, en la conferencia Autonomy.
Por otra parte, los automóviles autónomos provocarán el caos. Lo mejor de la edad del automóvil fue que empleó a decenas de millones de personas para construir, mercadear, asegurar y conducir los vehículos. En los siguientes 20 años, la mayoría de los hombres poco cualificados que conducen los camiones, taxis y autobuses, perderán sus empleos. En vez de que los taxistas incendien los coches de Uber, tal vez se unan los taxistas y los choferes de los vehículos Uber para incendiar los coches autónomos. Si piensas que Donald Trump es terrible, debes ver la ola de los perdedores masculinos vencidos por la modernidad.
Piensa en las aseguradoras, muchas de los cuales obtienen la mitad de sus ingresos de los seguros de automóviles. Warren Buffett, cuya compañía es propietaria de seguros Geico, dice que cualquier cosa que pudiera reducir los accidentes de tráfico “sería maravilloso, pero no vamos a estar de fiesta en nuestra compañía de seguros”.
Los Gobiernos y las ciudades perderán ingresos provenientes de los estacionamientos, las multas por exceso de velocidad y los impuestos sobre la gasolina.
La industria automotriz está atemorizada. El número reducido de automóviles del futuro podrían ser construidos por compañías tecnológicas, como Apple, Baidu y Google. Imaginemos el impacto sobre Alemania, donde el sector automotriz es su principal industria.
Además, tal vez se produzca una confrontación entre las compañías automovilísticas en Europa y las tecnológicas de Estados Unidos. Los fabricantes de automóviles quieren que los consumidores sigan comprando y conduciendo sus propios coches, aun con los avances tecnológicos. En cambio, las tecnológicas presionarán a los Gobiernos para que apoyen a los coches sin conductor.
Se avecina un cambio dramático, pero los Gobiernos aún no se han dado cuenta de ello. Obama es el único político que mencionó los vehículos autónomos. Sólo 6 por ciento de las mayores ciudades estadounidenses lo tomó en cuenta en su planificación a largo plazo. Los coches autónomos podrían entrar en circulación en 2020, pero la mayoría de los alcaldes y directores de transportación está ocupada con los problemas de la próxima semana.
Hace una década, casi nadie predijo el advenimiento del teléfono inteligente, que ha provocado una epidemia de adicción masiva. Esperemos hacer un mejor trabajo con el coche autónomo.
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