29 junio 2017

La importancia de revisar periódicamente los frenos



El líquido de frenos es una parte esencial del sistema de frenado del automóvil y por lo tanto debe mantenerse en perfectas condiciones para prevenir accidentes. En casos extremos puede haber una pérdida total de los frenos. Según los especialistas, el líquido debería cambiarse aproximadamente cada dos años en un taller especializado.

Si el auto necesita una mayor potencia de frenado, como en los coches deportivos, en montañas o con remolques, se recomienda revisar ya antes el porcentaje de agua en el líquido de frenos.

El líquido de frenos absorbe la humedad, que entra al sistema y causa corrosión y por lo tanto puede producir daños en los componentes metálicos como la bomba de freno y cilindros de rueda, entre otros.

Un líquido de frenos nuevo tiene un contenido de agua de aproximadamente 0,05 por ciento y su punto de ebullición es 260 grados centígrados. Cuanto más viejo sea el líquido más agua absorbe. Después de dos años la proporción ya podría ser incluso de un 3 por ciento y el punto de ebullición puede bajar a 140 grados. El contenido de agua no se puede constatar a simple vista, aseguran los expertos.

Si por un uso intensivo de los frenos se supera la temperatura que puede soportar el líquido de frenos se forman burbujas de aire, que impiden la acumulación de presión necesaria en el sistema y puede provocar que el conductor pise en vacío.

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