21 junio 2017

Video Los autos aéreos personales ya son una realidad

El Volocopter es un vehículo aéreo personal de última generación. A pesar de su apariencia no se trata de un dron, ya que está tripulado, pero adopta su filosofía de hélices para echar a volar.

Además, puede despegar y aterrizar de manera vertical sin necesidad de una pista habilitada y elevarse hasta los 2.000 metros. Fabricado en fibra de carbono y con idénticas líneas de diseño que un automóvil de lujo, está impulsado por la energía de un pack de nueve baterías, no provoca emisiones y sus 18 rotores son silenciosos.

Alexander Zosel, fundador y CEO de la startup E-volo impulsores del proyecto Volocopter, explica que se trata de una aeronave eléctrica capaz de alcanzar los 100 kilómetros por hora con una o dos personas a bordo y puede levantar hasta 450 kilos de peso.

La principal ventaja del Volocopter es su fácil manejo, que sus ingenieros califican de "infantil". "El uso de una única palanca limita significativamente la principal causa de accidentes fatales en los helicópteros: el error humano", explican, según el portal digital Expansión.

Aunque el Volocopter sea, de momento, el único vehículo aéreo personal que ha efectuado un vuelo humano, existen otras iniciativas en órbita como la del Aeromobil -vehículo eslovaco que se transforma de avión a coche-, o el MyCopter, coche volador alemán que ha recibido 4,4 millones de euros de los fondos de la Unión Europea.

China no se queda atrás y anunció el proyecto Ehang184, un dron gigante que permitirá transportar a un pasajero en vuelo autónomo, es decir, sin piloto. Este vehículo será propulsado por energía eléctrica, bastará con utilizar una aplicación móvil para indicarle el destino y que nos lleve hasta allí.

En plena revolución del transporte mundial, con fantasías propias de la ciencia ficción como el Hyperloop -cápsulas que se deslizan por tuberías a 1.200 km/h- o el SpaceX -que promete viajes turísticos a Marte y la Luna- lo complicado resulta imaginar un futuro que no incluya alguna de estas revoluciones asombrosas, publica Expansión.



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