Tuvo que correr cinco versiones del Gran Premio Integración del Oriente para conseguir su primer triunfo en la tradicional carrera en la categoría N-4 y en la clasificación general. Luis Barbery demostró inteligencia, pericia y audacia para coronarse y así evitar correr la misma suerte de sus ocasionales rivales, que abandonaron la prueba. Es que esta competencia fue una de las más duras y largas de los últimos años.
Para celebrar, Barbery no la tuvo fácil, pues primero tuvo que batallar con el favorito, Marco Bulacia, que ganó la primera etapa, dejándolo segundo. Luego, en la segunda jornada, el que apareció fue Francisco Laguna, que terminó primero, mientras que Bulacia fue segundo y Barbery tercero. De aquí para adelante, el campeón, ante el abandono en la tercera etapa de Bulacia, comenzó a liderar la clasificación general, ubicación que no soltó hasta el final.
Además, Bulacia, que se reenganchó, perdió toda posibilidad de luchar por el primer puesto, pues fue penalizado con cinco horas. Por ese motivo de nada le sirvió ganar la cuarta y quinta etapa. En la cuarta etapa, el que se cayó de la lucha fue Francisco Laguna, que fundió el motor de su coche y también fue penalizado. Con este panorama y con la diferencia que había logrado en la sumatoria de tiempos, Barbery enfrentó tranquilo los dos últimos días de competencia, pero sin cuidar demasiado la máquina, pues fue el mejor entre Concepción-San Javier y San Javier-Santa Cruz de la Sierra.
De esa manera, Barbery pasó la meta triunfante, con una diferencia en la general de más de una hora con el segundo, Yimmi Filtrín. Tercero fue Wálter Pizarro.
Perfil
Luis Barbery, de 54 años, tiene de navegante al argentino Ezequiel Queralt, de 50 años. Se impuso en el GP en un Mitsubishi Evo IX, que lo tiene hace dos años. “Es un orgullo ganar la carrera más importante del país”.
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