Más de un millar de bolivianos son los que tuvieron el privilegio de seguir de cerca, por algunas etapas, el desarrollo de la edición 32 del Rally Dakar que está por acabar.
La mayoría prefirió el desierto de Atacama, como lo hizo Ernesto Eterovic, y otros el norte argentino, como José Luis Aguilera junto a otros miembros de la escudería Tarrango de Montero.
Un mes fue lo que les tomó organizar el viaje, la mayoría aprovechó sus vacaciones para disfrutar de la tercera versión del Dakar que se desarrolla por Sudamérica.
En el caso de los Tarrango, la noche del 30 de diciembre emprendieron viaje. "Éramos 32 personas, llegamos el 31 a la frontera y ahí nos tuvieron parados siete horas", afirmó Aguilera a tiempo de indicar que presenciaron una etapa completa y las otras cuatro la pasaron en el bivouac o parque de asistencia.
Mientras que el viaje de Eterovic fue una travesía, el 31 partió rumbo al lado de Argentina "porque decían que iban a bloquear la carretera a Pisiga, por eso nos fuimos al otro lado y de ahí bajamos hasta Chile", afirmó el piloto, quien estuvo acompañado de sus familiares y de amigos que llegaron desde Estados Unidos.
"Fue una experiencia inolvidable, se disfruta del paisaje y, sobre todo, el orgullo de ver pasar por delante nuestro a nuestros pilotos. Hay que estar en el lugar para comprender lo que se siente ver flamear tu bandera en otro país", comentó emocionado Eterovic, que el pasado fin de semana llegó a Santa Cruz.
Sólo restan dos etapas para que culmine la presente versión. Hoy se corre entre San Juan a Córdoba y mañana se llega a Buenos Aires. La premiación será el domingo.
3.000 Kilómetros
es el recorrido aproximado que hicieron los viajeros por vía terrestre, hacia el lado chileno.
700 Dólares
es el monto que cada uno invirtió. La suma cubrió transporte, alimentación y alojamiento.
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