El piloto boliviano Antonio Claros cerró el fin de semana pasado una buena participación en el primer campeonato Sudamericano de Jet Ski (motonáutica) que se disputó en Lima (Perú), y que fue avalado por la International Jet Sports Boating (Ijsba). ‘Toño’ acabó segundo en la categoría Pro Limited, en la que se concentraron los mejores pilotos del continente.
De acuerdo con los reportes que llegan desde la capital peruana, Claros registró una actuación impecable en la primera manga, en la que fue el más veloz, aunque en la siguiente acabó segundo. La competencia se disputó en la laguna Las Hienas, en la modalidad de circuito, en la que Claros demostró que es un piloto de temple. La que se corrió fue la primera prueba de un campeonato avalado por la Ijsba, el máximo ente en esta disciplina.
La otra categoría en la que participó fue la Pro Stock, en la que no le fue bien, ya que fallas en su máquina lo obligaron a quedar de inmediato fuera de la pelea por los primeros puestos. “De todas formas fue una linda experiencia”, comentó el piloto, que en 2010 registró su mejor participación desde que corre al ubicarse tercero en la categoría 800cc Limited en el mundial disputado en Estados Unidos.
La última prueba en la que compitió en el Sudamericano de Perú fue en la categoría Endurance. La neblina era tensa y obligaba a una exigencia mayor de los pilotos. Los jueces de la Ijsba no aprobaron a pleno la competencia, pero tras unos minutos de discusión, se optó por correr. Esta competencia se inició en la playa Bujama y debía llegar hasta la isla Asia.
‘Toño’ arrancó de lleno en procura de uno de los primeros lugares pero producto de la neblina no logró ver la señalización y se pasó cerca de 20 km al sur de la isla Asia. Al ver que su tanque de gasolina estaba por la mitad y no encontraba la meta, decidió volver a la partida, aunque con alguna dificultad. El recorrido que debía hacer en 20 minutos, lo hizo en cerca de hora y media. La neblina acabó perjudicando, pero no solo a él, sino también a otros pilotos.
Cortitas
Lo acompañaron
Claros tuvo el apoyo de cerca de su esposa, Claudia Canido, y de sus colaboradores Diego Jiménez (apoyo logístico), Mariano Aparicio y Fabio Zampolli (mecánicos).
Una larga travesía
Cerca de 2.500 km tuvo que recorrer la delegación boliviana, por tierra, hasta llegar a Lima. Se llevaron las máquinas y el equipo de asistencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario