Ross Brawn, ingeniero de la escudería Mercedes, emprendió una carrera contrarreloj para hacer competitivo el nuevo coche W02. El objetivo es recuperar ese segundo perdido. La diferencia que el técnico estima que les llevan Red Bull y Ferrari.
Tras las primeras pruebas previas al inicio del mundial de Formula Uno, que se iniciará el 27 de marzo, “rodamos sin gasolina y con los neumáticos ultrablandos, pero no creo que esto refleje nuestro verdadero valor. Pienso que estamos a un minuto de los rivales y tenemos mucho trabajo por hacer si queremos luchar por las primeras posiciones”, aseguró Brawn.
La cúpula de Mercedes Benz, que ha tomado ya la mayoría del equipo (un 60%) quiere resultados este año, al menos alguna victoria. Y si antes de iniciarse los tests de pretemporada Michael Schumacher se mostraba confiado, ahora las cosas parecen mucho más complicadas y difíciles.
Schumacher exigió y consiguió el pasado año que el equipo dejara de lado el desarrollo del W1 a media temporada para centrarse en el coche de este año que tenía que ser nuevo. El W01 había sido desarrollado por Brawn sin el apoyo todavía de Mercedes, era una evolución del coche campeón de 2009, pero hecho con medios muy limitados, los que entonces tenía el equipo.
“Traremos muchas piezas nuevas a Barcelona. Estoy seguro que podemos ganar este segundo, aunque hace falta ver lo que serán capaces de ganar los rivales. Todos traerán innovaciones a Barcelona”, añadió Brawn, para quien el potencial real de los coches no se verá hasta el GP de Australia. “Creo que nuestra estrategia es buena y allí lo comprobaremos”, aunque en Barcelona traerá, entre otras cosas, nuevos escapes, “que no se parecen en nada a lo que se ha visto, aunque no será tan extremo como los que usan McLaren y Renault. Si logras sorprender con algo en lo que nadie ha pensado, todo puede cambiar”, señaló.
Al parecer, el Mercedes es el coche con mayor velocidad punta, pero esto no acaba de materializarse por el momento.
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