En la feria 16 de Julio de El Alto se venden placas de vehículos siniestrados y también se puede encontrar fabricantes de estas planchas aunque el costo es más alto.
Las placas no se encuentran a la vista, según pudo constatar este medio en un recorrido realizado ayer por el sector de los rieles, donde se comercializan autopartes de vehículos siniestrados, viejos y robados.
Sin embargo, preguntando a los comerciantes conocidos como “charqueadores” (desmanteladores de vehículos) se puede encontrar estas planchas desde 300 bolivianos por ambas placas hasta 200 dólares.
Algunos vendedores niegan tener estas láminas, pero dicen conocer a quienes venden éstas y quienes las fabrican, pero también a quienes se atribuyen la autoría, que tiene un costo elevado.
“Tengo placas, pero están en Caranavi, tengo que ir a sacarlas”, indicó uno de los vendedores interesado en la oferta de comprar placas.
El comerciante explicó que su trabajo consiste en rescatar vehículos siniestrados que se embarrancan o sufren accidentes y que él ingresa hasta el lugar para extraer las partes que puedan salvarse, entre ellas las placas e incluso la tercera placa.
Para el “charqueador”, éste es un trabajo sacrificado y legal, ya que no las roba, sino paga por ellas a los dueños que rescatan algo del valor del vehículo embarrancado o accidentado.
Pero para el presidente del Directorio del Registro Único para la Administración Tributaria Municipal (RUAT), Ronald Cortez, el hecho de vender las placas de un vehículo cualquiera es un delito ya que éstas son de propiedad de los gobiernos municipales. “Las placas son de propiedad de los gobiernos municipales, así lo establece el Decreto Supremo 26665 ”, explicó.
También indicó que existe una resolución y un decreto supremo que establecen que las placas solamente las puede hacer el RUAT como la única entidad autorizada para fabricarlas.
De la misma forma enfatizó que cualquier otra placa que no esté hecha bajo la dirección del RUAT es ilegal y que éstas son documentos oficiales y su falsificación está penada por las leyes que pueden llevar a los falsos fabricantes a la cárcel.
A pesar de la prohibición, la comercialización de estas planchas no es nueva. La fabricación de una placa a pedido que lo mismo que “clonación” cuesta entre 300 y 700 bolivianos.
“Es igualita a la original, no se va a notar, nos paga ahora y le entregamos en unos días, pero tengo ahora dos con número cero y uno”, explica uno de los comerciantes.
Otros vendedores explicaron que mucha personas optan por comprar placas hechizas para poder sacar sus autos los días que existe la restricción vehicular o simplemente para sacarlos de zonas francas y llevarlos a poblaciones como Caranavi.
Cortez explicó que si un vehículo es siniestrado, las placas deben ser devueltas al municipio en el que se emitieron ya que comercializarlas es un delito.
Hace un año en Cochabamba la Policía halló una fábrica ilegal de placas y se aprehendió a un sospechoso que fue liberado por una jueza y hasta hoy no se dio con los autores del delito.
Llorenti acusa a ex director de Diprove
El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, señaló ayer que se investigará al ex director departamental de la Dirección de Prevención de Robo de Vehículos, Carlos Quiroga, por obstaculizar la investigación en el caso de las “placas clonadas”.
“Creo que uno de los responsables, por los menos de los hechos de obstaculización en la investigación es el coronel Quiroga de Diprove”, dijo Llorenti.
También señaló que la investigación respecto a la organización delincuencial que fabrica placas tiene que llegar a todos los niveles, desde los más bajos hasta los altos, ya que desde un principio se denunció la existencia de una red de clonación de placas que involucraba a varios efectivos de la Policía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario