Más de diez millones de dólares es el movimiento económico aproximado que se registra en la feria de vehículos ilegales más conocidos como "chutos", que se realiza los domingos en la capital del municipio de Challapata, situado a más de 120 kilómetros al Sur de la ciudad de Oruro.
Ese aspecto se notó ayer, cuando LA PATRIA fue a observar el movimiento económico de la feria. Se calculó la venta 5.000 vehículos aproximadamente, que estaban en las distintas calles de esa ciudad intermedia.
Haciendo un cálculo promedio de 3.000 dólares por motorizado, superan con facilidad los diez millones de dólares, aunque según los vendedores, tenían la previsión de quedarse con algunos vehículos que si no eran comercializados ayer, serán adquiridos en los próximos días.
Los vehículos más económicos y menos comerciales, como un Subaru Forester tenía un costo mínimo de 3.000, 3.200 y 3.500 dólares, sin papeles y con el volante a la derecha. Mientras que un Toyota Caldina se podía encontrar de acuerdo al modelo y al estado del motorizado desde 4.500 dólares hasta 7.500 dólares; se notó ayer que eran los más requeridos.
Por otro lado, un Toyota Noah, vehículo que recibe también el denominativo de "surubí", en la víspera tenía un valor desde 6.000 hasta los 8.000 dólares. Los autos de ensueño eran los deportivos, como los Célica en varios modelos (95 – 2006), Honda, Mitsubishi Eclipse y otros, con un costo de 3.200 hasta 7.000 dólares.
Esos vehículos fueron comprados ayer por cientos de ciudadanos de distintas partes del país, incluso, argentinos, chilenos, peruanos y norteamericanos que llegaron hasta la feria que estuvo muy concurrida. En algunos lugares no se podía caminar por la presencia masiva de compradores, tomando en cuenta que el país vive un proceso de registro de vehículos indocumentados que finaliza el próximo 1 de julio.
Por otro lado, se tomó contacto con el dueño de una vagoneta negra Nissan Pathfinder modelo 2008, quien ofreció su motorizado en 35.000 dólares, con papeles y nacionalizado.
Una vez concretado el negocio, el comprador puede dejar el motorizado en un garaje "garantizado" para que se hagan los ajustes necesarios, como es el cambio de lado del volante, y así no tener problemas para llegar a su destino.
Entre tanto los vendedores, hábiles para la negociación, una vez que consolidan la venta de un vehículo comienzan a celebrar con cerveza a modo de esperar a nuevos compradores.
ACCESORIOS
Pero, no sólo vehículos se podían adquirir en el lugar de la feria, había desde combustible cuyo precio se triplicaba, en el caso de la gasolina y el diesel; repuestos de llantas con un valor de 180 bolivianos en el caso de aro 14, mientras que el aro 15, tenía un costo de 420 bolivianos.
Autopartes habían de todo precio, dependiendo el modelo del vehículo. Otro hecho que llamó la atención es que se podían adquirir placas de control, su costo era de 1.400 bolivianos, aumentando cien bolivianos más, el comprador podía acceder a una roseta de inspección técnica vehicular y el Seguro Obligatorio contra Accidentes de Tránsito (SOAT).
Al momento que LA PATRIA intentó verificar esta situación, la señora encargada de la venta de placas, dijo que sólo le quedaba un par.
También se observaron carteles de anuncios en varios sectores de la feria, donde se ofertaban los servicios de conductores que llevan los vehículos "chutos", a La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Sucre y Tarija.
REGISTRO
También se observó en distintos puntos de Challapata a ciudadanos que habilitaron sus computadoras portátiles con Internet para registrar a los vehículos que eran comprados. El costo de ese registro oscilaba entre 15 y 20 bolivianos.
A todo este movimiento económico se debe sumar el incremento en los precios de los alimentos, así como en los pasajes tanto de ida y vuelta hacia dicha población, donde el auge de la venta de estos motorizados está en su punto.
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