Lo primero que necesitan los ocupantes de un automóvil en una acción rápida o al enfrentarse a un posible accidente es tener la certeza de que sus sistemas de seguridad funcionan a la perfección. La revisión y el mantenimiento son fundamentales.
Los sistemas de seguridad activa son aquellos que aumentan el control del vehículo en marcha, mejorando su estabilidad. Entre ellos están los sistemas de dirección, suspensión y control de estabilidad. También están los elementos que a la hora de detener el vehículo ofrezcan máxima eficiencia como es el caso de los frenos ABS, que se incluyen en la mayoría de los 0 kilómetro.
En cuanto a sistemas de seguridad pasiva están los airbags, apoyacabezas activo, cinturones de seguridad, barras laterales de puertas y carrocerías con deformación programada. Estos permiten proteger a los ocupantes en un impacto, por ello su revisión es trascendental, pues no se pueden probar como ocurre con la seguridad activa.
Los sistemas de seguridad pasiva utilizan instrumentos de mantenimiento acordes a cada marca del vehículo, por ello deben ser llevados a centros autorizados de mantenimiento.
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