Los aros modernos están hechos en base a aluminio y aleaciones de silicio o magnesio y sus beneficios van más allá de lo estético. Son más livianos, pudiendo pesar hasta 60% menos que sus similares de acero estampado, lo que incide en el rendimiento del automóvil, sobre todo de los 4x4 o todoterreno, desde una mejor respuesta a la aceleración, hasta en la reducción del consumo de combustible.
¿Cómo elegirlos?. Un impacto sumamente fuerte en un aro de acero o de aleación produce el mismo efecto: lo dobla. Los fabricados en aleación, si son de buena calidad se doblan, pero si su procedencia es dudosa, pueden romperse y provocar un accidente. Los aros necesitan de una construcción compleja para lograr propiedades específicas de resistencia a impactos, alongamiento y dureza, con controles de calidad muy exigentes realizados con tecnología especial (rayos X para detectar posibles fisuras o burbujas de aire) por lo que es mejor buscar marcas que cuenten con certificaciones internacionales de calidad como TUV, VIA, JWL-T, etc. Es recomendable comprar en un lugar de garantía para poder acceder a la garantía de fabricación, donde se pueda conseguir asesoría técnica y variedad de stock y ofrecer el mejor conjunto aro-llanta de preferencia.
Algunos cuidados. Los cuidados que se deben tener con los aros es evitar el manejo brusco que puedan producir golpes fuertes. Realizar el balanceo cada 10 mil km. Para limpiarlos, eliminar el polvo de frenos y el alquitrán del asfalto, es recomendable usar detergentes que no contengan solventes ni ácidos, tampoco usar escobillas duras que puedan ir malogrando el acabado especial de estos aros.
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