Desde que James Bond saltó de las novelas de Ian Fleming al cine no le han faltado armas, bellas mujeres, buenos trajes y, sobre todo, los mejores autos.
Es por eso que en cada nueva entrega de la saga del popular espía británico las miradas de sus seguidores también apuntan hacía los modelos con los que persigue a los villanos, escapa de sus enemigos o viaja acompañado de alguna de sus conquistas.
Si bien en las novelas de Fleming Bond maneja autos de marca Bentleys, en el cine se hizo popular conduciendo un Aston Martin DB5 (foto principal), con el que aparece por primera vez en Golfinger en1963 y cuando era Sean Connery el que encarnaba el personaje. Después de algunos años de utilizar BMW, ha vuelto en los últimos años a los Aston Martin y en la última entrega de sus aventuras (Skyfall) regresa al clásico DB5. Esta vez Bond viene en la piel de Daniel Craig y su automóvil también tiene escenas emblemáticas.
Un BMWZ3. Lo usó Bond en GoldenEyes. Se produjeron entre 1996 al 2002.
BMW
750IL. Aparece en El mañana nunca muere (1997). Tenía un motor de de
326 caballos de fuerza , caja de cambios automática de cinco velocidades
y alcanzaba una aceleración de 0-100 km/h en 6,8 segundos.
ASTON
MARTIN V12 VANQUISH. En Otro día para morir la estrella entre los autos
fue este modelo, que significó el regreso de la marca en los filmes de
James Bond
LOTUS ESPRIT S1. Aparece en La espía que me amó, protagonizada por Roger Moore y en el filme se convertía en un submarino.
BMWZ8.
Aparece en El mundo nunca es suficiente, de 1999. Fue una edición
limitada, ya que se comercializaron solo 5.703 unidades. 
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