Quién no habrá escuchado decir esta frase de la boca de un médico, un policía y últimamente de un mecánico, y no solo de automóviles, sino también de especialistas en motocicletas. Y es que hay algunos aspectos que se debe revisar de manera obligatoria en este vehículo, para que los problemas no aparezcan después, sorpresivamente.
El combustible y sus filtros. Se recomienda realizar una comprobación de fugas u obstrucción del grifo con válvula automática.
Puño mando de gas. Evaluar el desgaste del cable, ajuste de este, defectos que tenga en la empuñadura que repercutan en su juego libre y buen ajuste.
Pastillas de frenos. El material de estas se puede ver a través de la abertura de las pinzas. Casi todas las pastillas tienen ranuras, estrías o algún indicador sobre el desgaste. Si en caso no se pudiera ver hasta qué punto se encuentra el desgaste, será necesario desmontarlas de las pinzas para examinarlas.
Régimen de ralentí del motor. Se debe comprobar que el motor gire con el régimen correcto al ralentí. Para ajustarlo se debe usar el tornillo del carburador que se encuentra en su lateral.
Ajustar el embrague. Es necesario asegurar que el cambio de marchas se realice de manera correcta. Para esto tiene que estar bien ajustado. La mayoría de los embragues se acciona por medio de un cable, el cual posee un regulador roscado y una tuerca en cada extremo para ajustar su juego.
Hay que tener en cuenta que este tipo de operaciones nos evita gastos a futuro, ya que de no realizar el desgaste del embrague puede provocar roturas de disco o impedir el funcionamiento de la moto.
Engrase. Los cables, las palancas y los soportes del caballete se encuentran expuestos a los elementos, por ello hay que lubricarlos con frecuencia para tener la garantía de que trabajen de manera correcta. Por otro lado, se deberá aplicar unas gotas de aceite ligero o de lubricante en aerosol en los extremos de los cables, en los soportes de las palancas de freno y de embrague, en el pedal de freno y en los soportes del caballete.

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