Mano firme y apego a la ley es el nuevo perfil que la Aduana Nacional de Bolivia (ANB) quiere otorgar a las zonas francas industriales del país, a la que llegan miles de motorizados importados desde Estados Unidos y que un importante porcentaje de los mismos son siniestrados.
En este nuevo escenario, los dueños de los diez talleres mecánicos que prestan servicio en la zona franca de Warnes (Zofracruz) se muestran preocupados, pues consideran que la mayor cantidad de generación de puestos de trabajo proviene justamente del arreglo de las movilidades chocadas que llegan al país.
Desde el taller Flecha de Oro explicaron que el principal ingreso de los mecánicos son por los trabajos de chapería y pintura, convergencia, rampla alineado, servicio eléctrico y arreglo o cambio de motores, por lo que una restricción en el ingreso de los motorizados siniestrados será un duro golpe para los trabajadores.
Apego a la norma
Desde la administración aduanera de Zofracruz aclararon que, en realidad, son 19 vehículos los precintados y no 50, y remarcaron que por algunos casos aislados los afectados quieren generalizar el problema.
Para los funcionarios de la zona franca el decreto 28963, de 2006, y el 29836, de 2008, sumado al artículo 117 del reglamento de la Ley General de Aduanas, hacen notar que está prohibida la importación de rodados siniestrados, por ello se entiende vehículos que hubieran sufrido algún choque que impida su normal funcionamiento o que por efecto del clima el motorizado tenga graves defectos, por lo que no puede pasar las pruebas que se hacen en el recinto aduanero antes de pasar a los talleres.
Sobre el acuerdo al que se llegó el lunes, se explicó que está vigente hasta mañana, cuando los técnicos de La Paz lleguen a la zona franca para explicar técnicamente a los usuarios, importadores, dueños de talleres y mecánicos el alcance de la norma, que en la actualidad tiene una interpretación incompleta por parte de los que viven del negocio de autos siniestrados
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