Este automóvil está equipado con sensores y diversos sistemas que permiten identificar y superar los obstáculos que se les presenten en los trazados urbanos. En otras palabras, este coche tiene la capacidad de detenerse ante los peatones, respetar el semáforo y llegar a su destino, todo sin nadie en el volante. El prototipo es eléctrico, dispone únicamente de dos asientos, es pequeño, muy compacto y tiene una apariencia de lo más futurista.
Gracias a un dispositivo colocado en el techo del vehículo, que utiliza tecnologías de radar y láser, éste registra todo lo que ocurre a su alrededor. El sensor rotativo gira de forma constante, detecta los cruces viales, señales de tránsito y posibles obstáculos e imprevistos.
Además, lleva una cámara al frente del vehículo que observa todo lo que se encuentra adelante. Toda la información recogida es procesada por computadoras a bordo del auto que están programadas para simular lo que un conductor responsable haría.
Este vehículo está conectado a Internet y funciona en base a los detalles de mapas digitales junto a las diferentes variables del mundo real como el tráfico. Debido a esta modalidad, no puede funcionar en lugares que no hayan sido mapeados por Google, ya que requiere de datos tales como el límite de velocidad o la ubicación de las señales de tránsito.
En su interior es bastante simple, con dos butacas con cinturones de seguridad, los botones de encendido y apagado y una pantalla que muestra el recorrido del vehículo. Por fuera este automóvil se asemeja al modelo Smart desarrollado por Mercedes Benz para entornos urbanos.
Su velocidad está limitada a 40 kilómetros por hora por cuestiones de seguridad, un punto que la compañía destacó en el comunicado publicado en su blog oficial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario