22 septiembre 2014

Fórmula E, el automovilismo ecológico

El futuro ya llegó. Hace ya casi una década, cuando la Federación Internacional del Automóvil (FIA) estaba bajo el mando del polémico Max Mosley, la entidad esbozaba los primeros comunicados de máquinas impulsadas con energías alternativas.

Aquellos atisbos de algo que parecía corresponder sólo a la ciencia ficción, hoy se hace realidad. El máximo organismo del automovilismo lanzó, el sábado 13 de septiembre, en Pekín, el primer “E prix” de la Fórmula E, categoría exclusiva para coches eléctricos. La novedosa disciplina, que competirá en circuitos urbanos, tendrá su escala sudamericana cuando compita en enero en Puerto Madero, luego de la visita a Punta del Este.

La Fórmula E, que en lugar de utilizar motores a carburantes acelerará con los impulsores eléctricos, no hace más que confirmar la tendencia a la que la industria automotriz empuja al mundo de la competición. Si bien es llamativo que una disciplina “eléctrica” ya forme parte del calendario mundial de la FIA, todas las categorías ya están influenciadas por la directriz de la industria.

En ese sentido, la propia Fórmula 1, cada vez más dirigida por las terminales que por el propio Bernie Ecclestone, comienza a debatirse con situaciones que suenan contradictorias. Un ejemplo es el ahorro de combustible necesario por un reglamento que no permite a los pilotos acelerar al máximo durante toda la competencia. O hasta el mismo ruido, característica tan polémica durante 2014, para contribuir a una disciplina “más amigable” con el medio ambiente.

“Es un desafío mantener ambos espíritus, pero no es imposible para la Fórmula 1″, se anticipó Ecclestone al contrastar la “onda ecológica” con el estatus tecnológico y competitivo de la F.1.

La Fórmula E será la disciplina abanderada tras muchos casos de carreras con motores híbridos, combustible más ecológico y sistemas alternativos.

En 2006, el motor diesel (patentado en 1892 por Rudolf Diesel y conocido como la máquina térmica más eficiente) dio el gran golpe al ganar las tradicionales 24 Horas de Le Mans. Allí puso en evidencia su notable economía y los importantes avances tecnológicos. En la historia quedó el silencioso Audi R10 TDI, con los alemanes Frank Biela y Marco Werner y el italiano Emanuele Pirro en la conducción.

En Le Mans series, Peugeot continuó la hegemonía de los diesel al vencer con el modelo 908, impulsado con un motor que utilizaba combustible biodiesel de menor consumo.

Biodiesel, bioetanol, coches híbridos, motores a hidrógeno sin emisiones, todos los caminos conducen al objetivo: bajo consumo y emisiones cercanas a cero. En Indianápolis se utiliza bioetanol al 85 por ciento.

Impulsor eléctrico

La Fórmula E tiene como principal atracción su impulsor eléctrico, que de todas maneras permite alcanzar una velocidad máxima de 225 km/h. Sin embargo, aún la autonomía es un escollo. A diferencia de los motores tradicionales, que pueden reabastecerse rápidamente en los pits, en un auto con energía renovable el proceso es más lento. Es por ello que cada piloto contará con dos vehículos, ya que a mitad de competencia deberá ingresar para cambiar de monta.

Si el sonido de los motores fue tema de controversia en la Fórmula 1, el ruido de los Fórmula E es llamativo, ya que se asemeja al silbido de un tren moderno. Los novedosos vehículos, que cuentan con los chasis dallara, alcanzarán un nivel de sonoridad de 80 decibeles, apenas 10 más de lo que produce un automóvil tradicional en la ruta.

El concepto de la disciplina, al margen de su espíritu ecologista, también difiere en cuanto a las características de competencia. La Fórmula E correrá en trazados urbanos. El campeonato comenzó en Pekín, seguirá en Putrajaya (Malasia), Miami, Long Beach, Mónaco, Berlín y Londres. El 13 de diciembre transitará la costanera de Punta del Este (el mismo dibujo que usó el TC 2000) y el 10 de enero llegará a Buenos Aires, en un trazado emplazado en Puerto Madero.

“Creemos que las ciudades son el medio natural para los coches eléctricos. El uso extendido de este tipo de vehículos tendrá un papel muy importante en la reducción de la contaminación. Queremos competir en el corazón de algunas de las capitales más importantes del mundo. Ciudades comprometidas a crear un medio ambiente más limpio y con la sostenibilidad. Creemos que podemos ser de ayuda a aquellas urbes que están promoviendo el uso del coche eléctrico, convirtiéndolo en un medio más popular”, dijo el presidente de la Fórmula E, el madrileño Alejandro Agag, yerno del ex presidente español José María Aznar y amigo de Ecclestone, si es que Bernie tiene amigos más allá de lo comercial.

Además de incluir a las ciudades y acentuar la relación entre el público y los autos eléctricos (en algunas ciudades ya con una gran tendencia en aumento del uso de ese tipo de vehículos), habrá campañas ecológicas y mayor participación del público en las competencias. Por medio de aplicaciones y del uso de dispositivos electrónicos, los espectadores podrán votar por los pilotos y aquel que acumule mayor cantidad de adeptos contará con un uso extra del “Fan boost”, una suerte de “push to pass” que permite al piloto contar con una potencia extra de unos 30kw (unos 40,5 Hp) para poder protagonizar sobrepasos. Esa ventaja se otorga por sólo 5 segundos.

“El mundo está cambiando y como estandarte de los deportes de motor tenemos la responsabilidad de mantenernos al día con esos cambios. El vínculo entre la movilidad cotidiana y las carreras es muy importante. Cambiamos la Fórmula 1, apoyamos los cambios en el campeonato del Mundo de resistencia, y ahora alentamos a la Fórmula E. Es el futuro, sin dudas”, afirmó Jean Todt, presidente de la FIA.



El dato: 20 pilotos

Hay 10 equipos y 20 pilotos titulares. Muchos son nombres conocidos por haber competido antes alguna temporada en la Fórmula 1. Hay dos mujeres entre los pilotos y también dos españoles.

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