19 septiembre 2014

Willys el jeep que cambió el ejército

A la hora de recordar vehículos que han marcado un hito en la historia automotriz, es imposible obviar a los jeep Willys. Creados a solicitud del Ejército norteamericano, hoy son una pasión y orgullo de coleccionistas. En Santa Cruz existe un club con aficionados a la restauración de estos vehículos.

Historia
El jeep Willys marcó un antes y un después para el Ejército estadounidense y para la industria automotriz. Antes de iniciarse la Segunda Guerra Mundial, las motocicletas eran el transporte por excelencia de esta milicia; sin embargo, no era suficiente, por lo que invitaron a empresas a fabricar un vehículo de cuatro ruedas que debía transportar a dos personas, pesar cerca de 500 kilos y tener una altura máxima de 91 centímetros, para no ser vista fácilmente por el enemigo, entre otras cosas.

Ford, Bantam y Willys fueron las primeras compañías que fabricaron los prototipos de lo que hoy es el jeep más famoso del mundo.

Restauración
El MB-1942 de Aparicio puede ser uno de los mejor conservados de su tipo en Bolivia, pese a los años luce flamante por dentro y por fuera; sin embargo, lograr que se vea así demandó mucha paciencia e inversión de recursos. "Tardé tres años en restaurarlo. Tuve que desarmarlo, conseguir las piezas originales que le faltaban, entre ellas el motor. En algunos casos importé piezas desde Estados Unidos", indicó.
Esa inversión de tiempo y recursos tuvo sus frutos, hoy Aparicio tiene un vehículo que se roba todas las miradas de las calles por donde circula.

Como nuevo
Cuando escribimos en líneas anteriores que estaba como nuevo, no nos equivocamos. El jeep arranca al primer contacto, tiene una radio, la misma que se ven en las películas y que también funciona.
La última adquisición de Aparicio es un remolque que tiene un generador de energía que también funciona. Este acomplamiento normalmente era usado para transportar munición, aunque también a soldados heridos.
Tiene dos extinguidores y un botiquín de primeros auxilios originales.
Y si quiere conocer del motor, solo es necesario que
observe las imágenes.

Un club de apasionados
Creado hace más de 10 años, el Club Willys congrega a 50 socios, apasionados y propietarios de 60 de estos vehículos. Si bien la mayoría de los integrantes radican en Santa Cruz, también hay afiliados de Yacuiba y La Paz. Una vez al año, los integrantes viajan a una provincia cruceña y mensualmente se reúnen en su sede social para recorrer el circuito exclusivo para los Willys.

En Bolivia
Uno de los apasionados de este vehículo es Nelson Aparicio, propietario de un modelo MB-1942, que restauró y se encuentra en perfectas condiciones. "Los Willys llegaron a Bolivia a inicios de los '50 como donaciones de Estados Unidos, luego el Ejército los remató porque no tenían presupuesto para sus repuestos", explicó.

Fueron muy bien apreciados por el agro, pero también sirvieron como transporte público. "Les llamaban pererecas", aseguró.

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