Ojo con la corrosión de la batería

Siempre se ven los efectos de la corrosión en el chasis de un coche, o más visiblemente en el parachoques oxidado. La batería del automóvil, con su pesada capa exterior de plástico, puede parecer inmune a los efectos. Por desgracia, la batería depende de un par de piezas de metal, los terminales, que sirven para transferir la corriente al sistema eléctrico de su automóvil. En Yuasa, dieron algunas pautas a tomar en cuenta para sobrellevar este problema.

Cómo detectarla. Determinar si la batería se está corroyendo necesita solo un rápido vistazo a la propia batería, resultará evidente ya que aparecerá como un polvo verde blancuzco en torno a las terminales de la batería. Este daño se crea por la liberación natural de hidrógeno a partir de la batería. Sin embargo, no siempre puede ser detectada tan fácilmente, ya que puede formar una barrera entre el terminal y las abrazaderas de cable.

Cómo detenerla. La parte más importante en cuanto a la conservación de la batería en ambientes costeros pasa por la prevención. Una batería nueva y sin corrosión puede ser protegida con una generosa capa de una grasa de alta temperatura en sus terminales y en las abrazaderas de cable de la batería, eso sellará la superficie metálica y evitará que la humedad penetre en los bornes.

Sin embargo, no todo está perdido si el deterioro ya ha comenzado. En primer lugar, se aconseja desconectar los cables de la batería, comenzando con el cable positivo, seguido por el cable negativo. Se moja los terminales y cables con una solución a base de tres cucharadas de bicarbonato de sodio y dos tazas de agua. Esta solución va a neutralizar los ácidos de la corrosión.

A continuación, se lava la superficie exterior de los terminales y la superficie interior de las pinzas de la batería con un cepillo de limpieza de la batería del automóvil. Se aplica una capa de grasa y se vuelve a conectar los cables de la batería comenzando por el cable negativo, seguido por el cable positivo.