Decenas de propietarios de autos chutos de Yapacaní (Santa Cruz) se movilizaron ayer en protesta por las "extorsiones” que sufren de los policías para permitir la circulación de sus vehículos.
"Hay molestia en Yapacaní por los constantes abusos y extorsiones que existen en contra de los ciudadanos que, de repente, tienen movilidades indocumentadas. Por razón de economía no pueden comprarse uno legal”, dijo el representante de este sector, Iver Campero.
Los dueños de autos indocumentados aseveraron que tuvieron que pagar de 200 a 300 dólares a los policías para recibir una "vacuna”, como se conoce a un permiso especial para la circulación. La marcha se concentró frente al comando policial de la región, donde los "chuteros” hicieron estallar petardos para expresar su indignación.
Campero denunció que las extorsiones se registraron en la gestión del excomandante regional de la Policía. Para el dirigente, ni la Policía ni la Dirección de Investigación y Prevención de Robo de Vehículos deberían dedicarse al decomiso de autos chutos, sino afirmó que ésa es labor de la Aduana.
Campero destacó que el actual comandante tiene la voluntad de arreglar el conflicto.
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