El techo. No es una parte que se deba limpiar con tanta asiduidad como el resto del interior y es mejor hacerlo cuando se observe que está empezando a ensuciarse. La forma correcta será utilizando un cepillo de cerdas suaves y un limpiador para todo tipo de superficies. Se debe rociar el techo en pequeñas secciones con el limpiador y cepillar tanto en vertical como horizontal.
Partes plásticas. Son lugares habituales donde se acumula polvo. Se utiliza el limpiador multisuperficies con un trapo de microfibras y un cepillo pequeño o un pincel para zonas escondidas. Se puede usar un acondicionador de plástico que nutre y protege este tipo de superficies.
Cristales. La transpiración de los plásticos (o fogging) puede ensuciar el parabrisas por dentro y si no se lo limpia, puede deslumbrar cuando da el sol de frente. Se recomienda limpiarlo con un limpiacristales y utilizarlo también para los demás vidrios y retrovisores.
La tapicería. Para asear los asientos del coche, se debe empezar por aspirarlos completamente. Se aconseja utilizar el aspirador de casa o especiales para vehículos. Existen otros tipos de aspiradores más profesionales que realizan una limpieza más completa y que suelen tener los centros especializados. Una vez se haya aspirado completamente todos los asientos, se rocía las superficies con el limpiador multiusos y se cepilla de forma circular la zona humedecida. Se elimina el exceso de humedad que pueda quedar. Si es de cuero o alcántara, se deben utilizar productos especiales y seguir el mismo procedimiento.
Con estos sencillos pasos, se tendrá el interior del coche impecable. Otra opción es llevarlo a un centro especializado con herramientas y artículos especializados.
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