Una F1 competitiva e igualada para acabar con el actual orden en el que Mercedes domina con autoridad sobre el resto, sin dejar opción a ver auténticas carreras. Eso es lo que se juega hoy en la reunión que mantendrá la FIA con los actuales cuatro motorizadores del campeonato.
Lo primero que se debe determinar es si sigue la congelación prevista para 2016, donde está previsto que los motores se homologuen el 28 de febrero y ya no puedan ser tocados durante toda la temporada. No será como este año, donde una laguna legal permitió a los cuatro suministradores poder aplicar 32 "tokens" (créditos de piezas) a lo largo de toda la temporada.
En principio, Honda y Renault son los más interesados en lograr ciertos privilegios que les permitan volver a ser competitivos en la parrilla, aunque las decisiones se deben tomar de forma unánime y Mercedes o Ferrari, sobre todo los primeros, podrían cerrarse en banda a cualquier modificación, dada su actual situación de privilegio.
Sobre la mesa está también poder desbloquear el apéndice 4 del Reglamento Técnico, que está actualmente restringido a cualquier cambio y que alude al cárter superior e inferior, válvulas, cubierta, el sistema de válvulas neumáticas y las ayudas a la conducción. De un posible acuerdo entre partes puede depender que la F1 recupere interés en sus grandes premios.
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