Fallas en la dirección y el sistema de frenos pueden ocasionar accidentes y problemas en un vehículo. Sin embargo, el control de estos dos sistemas solamente se lo hace de manera visual en la inspección técnica vehicular. En cambio, se priorizan otros aspectos como las luces, botiquín, triángulo y extintor que se deben llevar en el carro.
“Prenda sus luces bajas y altas. Pise el freno y ponga guiñadores”. Estas son algunas de las instrucciones que una policía da en el punto de inspección vehicular de la plaza Cobija a Carlos, el conductor de un automóvil.
Luego de cumplir estas instrucciones, el hombre se baja del vehículo y la policía le pide que abra el capó para observar el número de chasís y motor.
Una vez que la policía ha efectuado una rápida revisión, el propietario del motorizado se coloca nuevamente frente al volante y hace contacto para poner en marcha el motor. La encargada de la revisión técnica observa el funcionamiento de la máquina.
En la parte trasera del vehículo verifica la llanta de auxilio, gata, extintor, triángulo y botiquín. En menos de cinco minutos la policía termina de hacer la revisión, toma una cámara fotográfica y captura imágenes del motorizado y del conductor, para luego entregarle su roseta y certificado de inspección.
Mientras la mujer uniformada realiza la revisión del vehículo de Carlos, el mecánico asignado a ese punto por la Dirección de Recaudaciones inspecciona otro motorizado, que había llegado antes, para evitar que la fila de vehículos se haga más larga.
La revisión superficial a la que fue sometido el vehículo de Carlos se repite en los 14 puntos de inspección de Cochabamba y, según el experimentado mecánico Luis Valle, este protocolo que se maneja es insuficiente para certificar el buen o mal estado de un motorizado.
“La inspección es superficial y no garantiza el buen funcionamiento de un vehículo”.
La dirección y los frenos, que son dos de los sistemas que ocasionan más problemas y accidentes a los conductores, no son revisados adecuadamente, según este mecánico que tiene al menos 30 años de experiencia en este rubro en la ciudad de Cochabamba.
Realizar una inspección en la calle y no en un taller mecánico, donde se tienen las condiciones para este tipo de trabajo, es otra de las observaciones de este profesional.
Valle, quien revisa vehículos cada día en su taller, afirmó que el tiempo que se debe dedicar a un motorizado para garantizar un buen diagnóstico es de por lo menos media hora.
Para realizar una revisión más exhaustiva del vehículo, se requiere de un elevador. Este aparato facilita la verificación del estado de los frenos y de la dirección del motorizado.
Sin un medidor automático del líquido de frenos es imposible, según el mecánico, garantizar que el sistema se encuentre en buenas condiciones. No es suficiente ver si el vehículo tiene líquido, sino observar su espesor, en segundos, con un aparato electrónico que avala su buen o mal estado.
Sugirió que la inspección se haga también de acuerdo al kilometraje de cada vehículo. El manual con el que es entregado un motorizado en el momento de su compra indica cada qué tiempo se deben cambiar ciertas piezas.
Alejandro Torrico, mecánico de uno de los puntos de inspección en Sacaba, reconoció que la revisión que se hace a los vehículos no garantiza el buen funcionamiento durante todo el año. Cada conductor debe hacerse cargo de un mantenimiento de manera temporal.
NO PREPARAN SUS VEHÍCULOS
Los conductores no tienen la costumbre de llevar sus motorizados al mecánico, como medida preventiva, antes de ir a la revisión técnica para obtener su roseta.
Luis Valle afirma que los dueños de vehículos acuden al mecánico solo cuando hay fallas en sus piezas. A su taller no le ha llegado en mucho tiempo motorizado alguno para mantenimiento “con el fin de presentarse en buen estado a la inspección”.
CONTAMINACIÓN
Otro aspecto que no se considera en la inspección vehicular es el nivel de contaminación, que debería estar incluido en el examen, porque es una buena forma de determinar el estado del vehículo.
Los motorizados que emanan humo negro de sus escapes están quemando aceite y ese es un aspecto que no se toma en cuenta en la inspección. Durante la revisión, los vehículos no recorren una distancia suficiente para verificar si están funcionando de manera óptima.
“La rama técnica automotriz es una carrera que se debe estudiar y un policía no puede suplir a un mecánico, en ningún momento, y los mecánicos que están haciendo la inspección tampoco pueden hacer mucho en la calle y sin las condiciones”, agregó Valle.
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