La humedad, el sol y la arena son elementos con los que todos debemos convivir, pero que a la vez se han convertido en enemigos naturales de los vehículos. Conozca cómo actuar ante un problema generado por estos fenómenos naturales.
A la hora de diseñar un vehículo, todos los fabricantes toman en cuenta el ambiente donde va a circular; sin embargo, existen situaciones extremas en las que requieren cuidados extras.
Humedad que corroe. En Santa Cruz, la humedad es una de las principales amenazas para los vehículos, ya que pueden causarles corrosión y si bien los automóviles tienen un proceso de pintado que los protege, en caso de ser sumergidos para vadear lagos o ríos, requieren de un mantenimiento especial. "En estos situaciones, la parte baja es la más afectada. Le siguen la carrocería y la lata", explicó Rodrigo García, gerente técnico de SMX Automotors.
La corrosión también puede surgir cuando el vehículo sufre una fuerte colisión que ha dañado el chasís. "Hay que reparar la abolladura pero también se lo debe volver a preparar para que resista la humedad", expresó García.
Arena, diminuta enemiga. Es otro de los elementos de la naturaleza que abundan en Santa Cruz, pero que también pueden dañar el vehículo especialmente en la rótula, las juntas, los rodamientos y las terminales del vehículo. "Todas estas partes deben estar protegidas con sus respectivos capuchones, así se evitará que entren en su mecanismo y las dañen", indicó García.
Según este especialista, el lavado frecuente por el propietario es de gran ayuda para sacar la arena del vehículo, especialmente cuando se han realizado viajes por el campo.
Sol arrollador. La pintura del vehículo es la que más sufre por el sol. Un exposición excesiva a los rayos del astro rey provoca que opacidad en la apariencia del motorizado. Ante esta situación, algunas personas deciden colocar cobertores; sin embargo, no son la mejor solución, incluso pueden provocar otros daños. "Protege del sol, pero cuando el viento arrastra arena y sacude el forro, la arena funciona como una lija provocando rayaduras", apuntó García.
Por todo ello es que los talleres de pintura recomiendan siempre que se pueda estacionar el vehículo en sombra, ya que un buen cuidado permitirá que la duración del esmalte tenga varios años de duración. "Con un buen trato, el lavado cotidiano y encerado cada cierto tiempo fácilmente la pintura puede durar 10 años", concluyó García.
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